MENTORING
S
ER ES
H ACER
Cuando pensamos acerca de nosotros mis-
mos -y estas fechas suelen ser bastante
propicias para revisar nuestra trayectoria a
lo largo del año y los nuevos propósitos- so-
lemos estar fuertemente condicionados por
un modelo mental heredado de la Grecia
clásica. De entre todos los autores que han
influido en el pensamiento occidental, pro-
bablemente sea Platón el que más ha con-
tribuido a construir una visión objetiva y es-
tática del mundo. Cuando Platón habla del
“mundo de las Ideas”, habla de una realidad
que aparentemente está más allá de nues-
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tro mundo y que tiene un aspecto eterno e
inmutable. Desde esta perspectiva, lo cierto
es que se limita bastante nuestra capacidad
de cambiar, de desarrollarnos e ir más allá
de lo que estamos haciendo o consiguiendo.
Un ejemplo característico de ello es la pro-
pia percepción que tenemos de nosotros
mismos, de nuestro “Ser”; la mayor parte de
las personas tenemos un sentido de iden-
tidad y permanencia a lo largo del tiempo
bastante estable, sintiendo que cambiamos
poco -o nada- a lo largo de nuestra vida. Si
enfocamos la mirada de forma más crítica
sobre este particular, nos daremos cuenta
de que difícilmente somos las mismas per-
sonas; claramente hemos experimentado -y
seguiremos experimentando- cambios en
nuestros valores, creencias, hábitos, pre-
ferencias, gustos y/o en los vínculos que
establecemos con las personas o las co-
sas; y apenas notamos estas variaciones
por el simple hecho de que pasan “invi-
sibles” ante nuestro nivel de consciencia.
El motivo fundamental es que nuestra
propia identidad está relacionada con aque-
llo con lo que nos identificamos, haciendo
nuestras las diferentes experiencias que vi-
vimos. De este modo pensamos acerca de
nosotros -y de los demás- en base a cua-
lidades que vinculamos erróneamente a la
palabra “SER”: utilizamos expresiones como
“soy optimista”, “alegre”, “pesimista”, “tími-
do”, “nervioso”…, y un largo collage de otras
cualidades con las que de forma desatinada
nos identificamos. La dificultad de percibir-
nos en base a esas cualidades estáticas es
que olvidamos que esos aspectos no son
otra cosa que meros comportamientos que
hacemos: nos comportamos tímidamente,
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