TALENTO ENE-FEB 2019 talentoENE2019 | Page 12

MENTORING S ER ES H ACER Cuando pensamos acerca de nosotros mis- mos -y estas fechas suelen ser bastante propicias para revisar nuestra trayectoria a lo largo del año y los nuevos propósitos- so- lemos estar fuertemente condicionados por un modelo mental heredado de la Grecia clásica. De entre todos los autores que han influido en el pensamiento occidental, pro- bablemente sea Platón el que más ha con- tribuido a construir una visión objetiva y es- tática del mundo. Cuando Platón habla del “mundo de las Ideas”, habla de una realidad que aparentemente está más allá de nues- 12 tro mundo y que tiene un aspecto eterno e inmutable. Desde esta perspectiva, lo cierto es que se limita bastante nuestra capacidad de cambiar, de desarrollarnos e ir más allá de lo que estamos haciendo o consiguiendo. Un ejemplo característico de ello es la pro- pia percepción que tenemos de nosotros mismos, de nuestro “Ser”; la mayor parte de las personas tenemos un sentido de iden- tidad y permanencia a lo largo del tiempo bastante estable, sintiendo que cambiamos poco -o nada- a lo largo de nuestra vida. Si enfocamos la mirada de forma más crítica sobre este particular, nos daremos cuenta de que difícilmente somos las mismas per- sonas; claramente hemos experimentado -y seguiremos experimentando- cambios en nuestros valores, creencias, hábitos, pre- ferencias, gustos y/o en los vínculos que establecemos con las personas o las co- sas; y apenas notamos estas variaciones por el simple hecho de que pasan “invi- sibles” ante nuestro nivel de consciencia. El motivo fundamental es que nuestra propia identidad está relacionada con aque- llo con lo que nos identificamos, haciendo nuestras las diferentes experiencias que vi- vimos. De este modo pensamos acerca de nosotros -y de los demás- en base a cua- lidades que vinculamos erróneamente a la palabra “SER”: utilizamos expresiones como “soy optimista”, “alegre”, “pesimista”, “tími- do”, “nervioso”…, y un largo collage de otras cualidades con las que de forma desatinada nos identificamos. La dificultad de percibir- nos en base a esas cualidades estáticas es que olvidamos que esos aspectos no son otra cosa que meros comportamientos que hacemos: nos comportamos tímidamente, 13