TALENTO Ene-Feb 2017 1 | Page 27

¡ Manos a la obra ! ( 1 hora más tarde ...)
Después de darle bastante al coco , pescando en mi memoria escenas de todo tipo y condición , me he decidido por tres aprendizajes concretos tras una labor de filtrado . Cada uno de ellos está basado en una anécdota o una vivencia personal -que os contaré brevemente para darle contexto- , tiene una explicación o desarrollo y una moraleja . Y , para ser más original , será ésta la que encabece cada aprendizaje . Vamos allá .
1- DA IGUAL TU INTENCIÓN A LA HORA DE AYUDAR A ALGUIEN . SI ESE ALGUIEN NO QUIERE TU AYUDA , SE SENTIRÁ AGREDIDO POR TI Y SE DEFENDERÁ .
Aprendí esta amarga lección a principios de año , en un contexto empresarial , y tuvo lugar en uno de los muchos encuentros que facilitamos para una importante empresa cliente , en los que se dieron cita varios centenares de personas de toda la geografía nacional . Ante la inminente entrada de un nuevo sistema de gestión , unida a la sustitución del CEO de la empresa en España , se consideró oportuno que un responsable de RRHH visitase cada una de las sedes acompañado de un coach profesional , labor que asumí personalmente en la mayor parte de los casos . El objetivo de tales encuentros no era únicamente dar a conocer las novedades , sino dar voz y voto a todo el personal de la empresa para que sus aportaciones pudieran nutrir y modelar en parte el nuevo sistema de gestión . Y ésa era mi labor , una vez terminada la presentación del responsable de la empresa : hacer preguntas , generar un debate , escuchar las reflexiones de los participantes , ordenarlas coherentemente y unificarlas con las del resto de encuentros . En una palabra : AYUDAR ; ayudar a mejorar , a crecer , a ventilar , a sanear .
La inmensa mayoría de los encuentros fue razonablemente bien . Es cierto que este tipo de cambios estructurales suele generar ruido en el personal de las empresas , que tienden a preferir lo malo conocido a lo bueno por conocer ; pero , salvo alguna opinión estridente o alguna intervención fuera de lugar , lo cierto es que no tuve problemas significativos más allá de los previstos .
Pero en uno de los encuentros la cosa se torció . Y mucho . Durante la hora que duró la intervención de la persona responsable de la empresa , estuve observando atentamente el lenguaje corporal de los participantes . Y reconozco que me intimidó bastante ; las posturas rígidas , los brazos cruzados , los rictus ácidos en la cara de muchos participantes y algunos ademanes un tanto agresivos no hacían presagiar un desenlace agradable , pero pensé que las técnicas habituales de manejo grupal , unidas al carácter profundamente balsámico del encuentro , se encargarían de deshacer los cubitos de hielo .
No fue así . De hecho , cuando me llegó el turno de intervenir no tuve tiempo más que de decir “ Buenos días ...”. En ese momento , uno de los participantes , como activado por un resorte , me espetó a la cara una cordial frase de bienvenida , que cito textualmente : “ Sí , buenos días , buenos días , llevamos desde las ocho de la mañana con los “ muchas gracias ” y los “ buenos días ”. Pues que sepas que si no me lo hubiera ordenado mi jefe , que es ése -señaló a otro participante- , a buenas horas iba a estar yo escuchando tus
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