Ta Li Cu Al REVISTA CIENTÍFICA | Page 25

Escrito por: Paula Soriano (3ºD) ¡SIN NOSOTRAS EL MUNDO SE PARA! Las 5 mujeres químicas más importantes del siglo XX Sin duda, Marie Curie fue una de las químicas más importantes de la historia, fundamentalmente por su trabajo sobre la radioactividad, al que dedicó toda su vida. Pero también por el hecho de haberse abierto paso en la comunidad científica, completamente dominada por hombres, que no veían con buenos ojos que una mujer se dedicara a la ciencia; era «cosa de hombres», según ellos. Irène fue la hija de Pierre y Marie Curie y desde pequeña se interesó en el trabajo de sus padres. En 1935, y junto a su marido, obtuvo el Premio Nobel de Química por sus trabajos sobre física nuclear. Dorothy Hodgkin dedicó su carrera al estudio de las estructuras bioquímicas a través de rayos X. En 1964 obtuvo el Premio Nobel de Química «por la determinación de la estructura de muchas sustancias biológicas mediante los rayos X», con lo que se convirtió en la tercera mujer en recibir este galardón, después de Marie e Irène Curie. Stephanie Kwolek fue una importante química polaco- estadounidense, mundialmente conocida por su más importante aporte a la ciencia: la invención del poliparafenileno tereftalamida, más conocido como kevlar. El kevlar es una fibra que puede ser hasta cinco veces más resistente que el acero, y actualmente se usa para la confección de los chalecos antibalas. Nunca obtuvo el Premio Nobel, pero su carrera estuvo llena de logros, siendo una de las mujeres científicas más reconocidas de la historia. Rosalind Franklin es la joven científica a quien le debemos todo lo que sabemos sobre el ADN. Fue la mujer más importante de la historia de la química moderna. El reconocimiento por su invaluable aporte fue robado por dos científicos hombres: James Watson y Francis Crick. Ellos se llevaron el reconocimiento por el trabajo de Franklin. 3 CURIOSIDADES DE LA FÍSICA QUE SEGURO NO SABES 1. Las ondas sonoras generadas por un agujero negro en el doble cúmulo de Perseo está en si bemol, 57 octavas por debajo de las teclas de un piano. Según el libro de Joel Levy “100 analogías científicas”: “Se trata de un sonido mil billones más profundo de lo que puede percibir el oído humano. Se trata de una nota que lleva 2.500 millones de años sonando”. 2. Unos 10 segundos después del Big Bang, la temperatura del universo era de unos mil millones de kelvin. 3. El universo “está hecho a medida” para nosotros. Si el conjunto de constantes fundamentales que rige las propiedades de la materia y de la energía fuera diferente, la vida no podría haber aparecido. Por ejemplo, si la interacción nuclear débil fuese un poco más fuerte, el universo sería una gigantesca sopa de hidrógeno puro. Dado que la interacción nuclear débil tiene exactamente la magnitud que tiene, el universo contiene un amplio abanico de elementos.