Entrenar, motivar y comprometer a sus empleados ha sido la
gran misión de Elizabeth al frente de Ayuda Hispana, una com-
pañía con la que sueña poder convertirla en franquicia, para
que otras personas dupliquen lo que ha hecho y aprovechen
sus conocimientos “lo que más me gusta de lo que hago es que
todos los días aprendes algo nuevo. Podría pensarse que esta
industria es aburrida, pero por el contrario, cada cliente tiene
una necesidad diferente, especialmente en la parte comercial,
así es que para nosotros es un reto poder darles lo que ellos
necesitan.”.
Como buena empresaria, Elizabeth siempre está disponible
para sus clientes o para cualquier persona que se acerca a ella
en busca de respuestas “nunca sabes qué negocios van a estar
a la vuelta de la esquina”, explica.
Combatiente y guerrera
Un año después de haber abierto la oficina de Ayuda Hispana,
Elizabeth quedó embarazada de Erik, su hijo menor, quedán-
dose a cargo de tres hijos, como madre soltera. Al cumplir los
10 años de la compañía es diagnosticada con Cáncer de seno
“pensé que no iba a superar la enfermedad. Pero encontré en
Dios la fuerza necesaria para seguir luchando por mi vida y
sacar adelante a mis hijos. Fue en la recuperación de una de
las dolorosas quimioterapias, que comencé a pensar en lo que
sería mi primer libro “Tu no estás solo”, porque eso fue exacta-
mente lo que Dios me dijo en medio de mi enfermedad”, la cual
no sería la única, pues hace tres años logró salir airosa de un
segundo cáncer, esta vez en el útero.
Con experiencias tan fuertes, Elizabeth es una convencida
que la vida no hay que planearla tanto, hay que simplemente
vivirla y hacer lo que te apasiona “me gustaría realizar mi pri-
mera exposición de pintura -que ya está casi lista- publicar mi
primer libro, que ya terminé y finalizar los otros dos que ten-
go pendientes, mientras sigo concentrándome en la venta de
pólizas de seguros de vida y planes de retiro”, asegura.
Su segunda hija, Karla Amat, trabaja con ella desde los 18
años y se ha convertido en su mano derecha en la oficina, junto
a los otros miembros del equipo que, aunque cada uno tiene
una personalidad diferente y trabajan de una manera distinta,
han creado un maravilloso grupo de trabajo llamado Ayuda
Hispana.