SAMIZDAT | Crónica de una vida nueva Octubre-Noviembre 2011 | Page 6

SAMIZDAT. OCTUBRE-NOVIEMBRE 2011 6 7 SAMIZDAT. OCTUBRE-NOVIEMBRE 2011 CINE OPINIÓN ‘‘EL ÁRBOL DE LA VIDA’’, Terrence Malick Cuidado. Buitres sueltos La última película de Terrence Malick se sale de los esquemas del cine de hoy. Es muy importante leer el libro de Job -del Antiguo Testamento- antes de ver la película, que es el que dará forma a la ola de imágenes que nos lanzará el director. Hace un trabajo excepcional con escenas breves y simbólicas de no más de 5 segundos donde nos enseña cómo los niños crecen, cómo se asombran por lo que les rodea,’’suben por las ramas del árbol”-símbolo por antonomasia de la vida-. Cuando acabó la película, me fue imposible tratar de resumir en una palabra lo que había visto. Me sorprendió la mirada de Malick a través de la cámara: los ángulos, los detalles, los árboles sacudidos por el viento... El rostro simple y bello de la madre están llenos de profunda conmoción por las cosas; cada objeto, cada fragmento de la realidad que la cámara capta aparecen como una maravilla digna de atraer el ojo del espectador. No solo eso, sino que descubren el mal del que han estado sobreprotegidos hasta ahora. En menos de medio minuto los niños pasan por delante de un borracho al que imitan, por delante de un minusválido al que observan con sorpresa, por delante de tres delincuentes que están siendo arrestados y muere ahogado en el río un amigo de los hermanos. En sus rostros se puede leer la insuficiencia de la vida, la exigencia de que algo responda al drama de la muerte. Quien la ve tiene la percepción de que la vida, el dolor, la historia de una familia está conectada con toda la historia del universo. En este punto me preguntaba: ¿qué papel juega el hombre en la inmensidad del universo? Una inmensidad que no podemos abarcar. Desde la creación inicia una historia de amor, de mal, de perdón (o de piedad, hasta en el sorprendente gesto del dinosaurio que renuncia a matar a su víctima). Dios está presente en toda la película, pero si hago caso a mi experiencia, no es el Dios que yo he conocido. Se me ha hecho mucho más evidente, la necesidad que tengo de un Dios encarnado, hecho hombre. Nunca antes una película (y he visto muchas) me había puesto delante de las preguntas y exigencias que tengo de un modo tan radical. ¿Quién soy? ¿Merece la pena vivir? ¿Qué sentido tiene nuestro paso por la tierra? ¿Por qué el dolor y el sufrimiento? No se os van a dar respuestas, sino que os van a surgir preguntas. Sin duda alguna, el sermón de la escena de la iglesia vertebra la película. Cito: “Job quería construir su nido en lo alto. Su comportamiento íntegro lo protegería de la desgracia. Pero no, la desgracia cae también sobre los justos, no podemos protegernos de ella. Nos desvanecemos como una nube, nos marchitamos como la hierba. ¿Existe algún fraude en el esquema del universo? ¿No existe nada imperecedero? ¿Nada que no se destruya? Debemos seguir adelante. Debemos encontrar algo que sea más grande que la fortuna o el destino. Nada puede traernos paz. ¿Por qué? ¿Está el cuerpo del hombre sabio o del hombre justo a salvo del dolor, de la deformidad que podría destruir su belleza o de la debilidad que podría acabar con su salud? No existe lugar en el mundo donde el peligro no pueda alcanzaros. ¿Son vuestros amigos o hijos vuestra seguridad?’’. Las preguntas que alguna vez han estado en nuestra boca también se cuestionan en la película. ¿Acaso hay algo que vaya a permanecer después de nuestra muerte? Nuestros amigos,familiares, morirán también. Entonces, ¿que va a quedar? ¿De que sirve entonces trabajar, tener una familia, tener una casa? ¿Por qué vale la pena vivir? De nuevo, ¿es que alguien nos ha asegurado que habrá algo más después de nuestra muerte? ¿ACASO SE NOS HA PROMETIDO ALGO? Nicolás Pou Gallo Críticas completas en: Carmen García de V inuesa Os invitamos a ver la película ‘’La Ola’’ (Die Welle), de Dennis Ganse [...] ¿Es posible implantar un sistema fascista en estos tiempos? En torno a esta pregunta gira la película “La ola”. Lo que comienza siendo un trabajo de instituto se convierte en un movimiento de jóvenes estudiantes, que bien recordaba al III Reich alemán [...] . Fernando Restán [...] Magnífica película que expresa muy bien cómo unos grandes ideales pueden convertirse en la mayor perversión de los deseos del ser humano [...] . Javier Andreo lecturadecine.wordpress.com _CARTAS AL DIRECTOR Las cartas pueden enviarse por correo electrónico a atlantidaghis@ gmail.com. No excederán la longitud de 15 líneas. SAMIZDAT se reserva el derecho a contestar a las cartas dentro de la misma sección. Más de cuatro décadas en el poder. Durante su largo mandato gobernó Libia con mano de hierro llegando a dictaminar el asesinato de centenares de civiles. Ahora está muerto y en Trípoli es fiesta nacional. En ciudades como Bengasi las multitudes se echaron a las calles para festejar con bailes y disparos al aire el fin del dictador. y lo que no. Teniendo en cuenta esta estructura innata del hombre, siento una angustia insondable al ver personas tratadas como bestias, como si su vida no tuviera valor por el hecho de ser, de existir. Una patología terrible. Hace unos meses cayó en mis manos un vídeo en el que Pedro J. Ramírez entrevistaba a Juan Manuel Soares Gamboa, el ex etarra que intentó asesinarle antes de convertirse en el arrepentido más importante de la historia de la banda. Cuando el actual director de El Mundo le pregunta por su pasado, Soares Gamboa dice: “Lo único que puedo hacer es perdonarme a mí mismo”. Entonces, Ángeles Escrivá, supuestamente experta en terrorismo, responde: “No, no puedes perdonarte. Tú lo único que puedes hacer es llorar con pesadumbre toda tu vida”. Probablemente nunca sabremos cómo murió, si fue en mitad de un ataque de los combatientes –como sostiene el responsable de Información del Gobierno rebelde, Mahmud Shammam– o si, por el contario, fue asesinado a sangre fría por los milicianos revolucionarios –como parece evidenciar la famosa grabación difundida por Al Yazira–. No es mi intención averiguarlo. Pero hay algo que me llama poderosamente la atención: el sentimiento de alegría y fruición delante de su cuerpo agonizante. La violencia no es sólo la de Claro está que a un pueblo los guerrilleros sino que empieza que ha vivido bajo un régimen dic- por la modalidad de relación entre tatorial le inunda un sentimiento de las personas. La piedad delante de satisfacción cuando por fin respira la muerte o ante el arrepentimienlibertad, pero, a mi juicio, esto es to de una persona es lo que nos dimuy distinto del regodeo y la nega- ferencia de las bestias. ¡Qué miseción de la dignidad humana. Sí, la ricordia, qué compasión tiene una dignidad que todo hombre posee. madre viendo a un hijo equivocarse, También Gadafi. No estoy hablando incluso gravemente! de perdón sino más bien de compa- ¿Se puede mirar de este sión. Esa compasión a la que se re- modo toda la realidad? ¿Alguien fería Rosa Montero en El País: “En ha mirado así alguna vez en la hisla agonía final, en la indefensión de toria? ¿Es posible? Sería vivir a la la carne lacerada, en el pringoso co- verdadera altura del deseo del homlor de la sangre todos somos iguales. bre. Menos… se nota. Es inevitable sentir compasión ante su cadáver maltratado, y esa compasión es lo que nos hace humanos” (25.10.2011). ¿Por qué sentimos dolor y rechazo al ver un asesinato, al saber que alguien ha privado de la vida a un hombre? Sencillamente porque somos así, somos humanos, identificamos rápidamente lo que es bueno Alfonso Calavia @AlfonsoCalavia