SAMIZDAT | Crónica de una vida nueva Noviembre-Diciembre 2014 | Page 2

2 SAMIZDAT NOVIEMBRE-diciembre 2014 3 SAMIZDAT NOVIEMBRE-diciembre 2014 Editorial Actualidad los efectos de la droga), se ve que ante todo son personas, que tienen un dolor enorme, como también ganas de vivir de otra forma. Sobre todo, se ve que necesitan a alguien que les quiera: curiosamente es la misma necesidad que tengo yo. Al día siguiente, estas escenas se repiten. Ante el asombro de muchos –en primer lugar, de los propios organizadores de la recogida-, se consiguieron más de trescientos kilos de alimentos durante esos dos días. Alimentos que fueron aportados, entre otros, por los propios estudiantes y profesores de la Universidad. Estudiantes y profesores que se habían parado a recoger las octavillas con toda la información el día anterior a la recogida. Estudiantes y profesores que se detuvieron a coger alimentos de su casa y se encargaron de llevarlos, o que fueron a supermercados a comprarlos. Estudiantes y profesores de distintas Facultades, distintas carreras, distintas asociaciones de estudiantes, incluso distintas ideologías. Gracias a la colaboración de todos ellos, se ha conseguido reunir más de trescientos kilos de alimentos para familias que están pasando por dificultades en estos tiempos de crisis. Frente la situación actual –social, económica, cultural y política-, que ha puesto de manifiesto que la crisis trasciende la economía y afecta a los propios cimientos de nuestra sociedad, es una tendencia muy común situarse en el escepticismo, el fatalismo o, incluso, la desesperación. Parece que no hay respuesta ante el grito de sufrimiento de tanta gente. Parece que no se puede hacer nada para comenzar a construir, que no tenemos los medios suficientes, que lo que debe cambiar primero son las estructuras políticas, la mentalidad de los ciudadanos, la clase política. Caemos en la desesperación o en la violencia. Se da por perdido hasta el mundo en el que nosotros nos movemos, el mundo universitario. Teresa Romero, ante los medios de comunicación el pasado 5 de Noviembre (viene de la portada) No obstante, ha sido en la Universidad donde se han recogido trescientos kilos de alimentos. Ha sido en el encuentro entre dos personas individuales, una que recogía comida, y otra que la llevaba. Dos personas que se han interesado por la necesidad de otro, que se han preocupado por ayudar. Y que han comenzado a construir. Parece una gota de agua en un océano, pero lo innegable es que, gracias a esto, este mes cientos de familias con dificultades van a poder comer. E. Mounier ya decía ante la crisis de su tiempo: «Cuando comienzo a interesarme por la presencia real de los hombres; a reconocer esta presencia frente a mí; a aprehender la persona que ella me revela, el tú que ella me propone; a ver en ella, no una tercera persona, un no importa qué, una cosa viva y extraña, sino otro yo mismo, entonces he realizado el primer acto de la comunidad, sin la cual ninguna institución tendrá solidez». Y es por esto mismo por lo que nosotros, un año más, volvemos a repartir el Samizdat en la Universidad. Porque nos interesa este encuentro entre las personas, este diálogo que solo es posible entre sujetos y que construye en medio de todo lo que está pasando. Y especialmente en la Universidad, lugar por excelencia del diálogo. SAMIZDAT atlá[email protected] Fácil Difícil SAMIZDAT es una iniciativa de la A S O C I AC I Ó N C U LT U R A L AT L Á N T I DA f/atlantida.geografiaehistoria T/AC_Atlantida Ante estas críticas públicas, era fácil dejarse llevar por la opinión mediática y ponerse a criticar en base a la poca información que teníamos. Sin embargo, hay varias cuestiones que merecen ser tenidas en cuenta. Primero, el hecho de que un sanitario reciba los medios adecuados (¡siempre imprescindibles!, en términos de educación sanitaria, materiales, equipo y protocolo) ¿excluye la posib ilidad de una equivocación humana? Mucho se ha debatido también sobre si se debería haber traído a España a los dos curas misioneros infectados por el virus, considerando la reducción de gastos y riesgos de contagio que habría supuesto atenderle en África. Tras este debate, me surgieron dos cuestiones: sean curas o no, estén enfermos o no, ante todo son personas: como tales, ¿no tendrían derecho a ser repatriados? Y ¿qué hubiera pasado si se hubiera infectado uno de nosotros, o algún ser querido? caso del Ébola, se trata a la persona como si fuese una enfermedad, no por el valor de esa persona. Entonces, ¿quién o qué determina a qué pacientes atender? ¿Cuál es el límite? A q u í se refleja un Muy a problema de menudo, la ¿ Q u é afectividad, preocupación valor tiene la y además persona dentro frente a un un riesgo de todo esto? peligro nos enorme de ¿Por qué dejar empuja a individualismo en África a en la sociedad: mirar más un hombre muy a menudo, a la persona infectado de la preocupación por su Ébola? ¿Por frente a un condición, qué decidir peligro nos olvidándonos no tratar a un empuja a de su valor enfermo? mirar más a la como ser persona por C a d a humano su condición, viernes, en la olvidándonos Cañada Real de su valor como ser humano. de Madrid, un grupo de amigos Resulta muy provocador el vamos a visitar y llevar comida rechazo de muchos sanitarios a drogadictos con la asociación a atender a estos enfermos, Bocatas. En esta actividad surge la puesto que día a día se ocasión para intuir una respuesta enfrentan a enfermedades a estas preguntas. Estando con mucho mas contagiosas ellos (aunque muchas veces se (como la tuberculosis). En el comporten como animales por atlá[email protected] El Cottolengo es una casa de acogida para enfermos crónicos agudos que no tienen sustentos económicos familiares. Allí podemos encontrar a una chica joven con una grave afección cerebral: aparentemente, se podría decir que es un muñeco, totalmente dependiente e incapaz de reconocer la realidad en su mayoría. Una vez, al acariciarle la cara, me miró con una sonrisa. Resultó impactante. ¿Cómo una persona en ese estado puede hacer surgir una ternura así, hacerme mirar lo que tengo con otros ojos, con agradecimiento, hacerme vivir todo más intensamente? ¿Cómo debemos mirar al que tenemos delante? ¿Qué determina su valor? Resulta impactante el hecho de que Teresa Romero, después de haberse contagiado y de haber estado a un paso de la muerte, afirme que estaría dispuesta a volver a tratar a enfermos de Ébola. Es una provocación enorme. ¿Qué es lo que le permite afirmar esto? ¿Por qué volvería a tratar a estos enfermos? ¿Es esta una mirada verdadera sobre la persona? María Benavent