SAMIZDAT | Crónica de una vida nueva Mayo-Junio 2011 | Page 5
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SAMIZDAT. MAYO-JUNIO 2011
Jon Juaristi,
Director General
de Universidades
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Supongo que el profesor
Monedero, a quien no tengo
el gusto de conocer, sostiene
una idea de razón incompatible con
las capillas. Es, desde luego, una idea
restrictiva de razón similar a la que
se puso de moda durante la Revolución
Francesa. Consecuentes con ella, muchos
revolucionarios se dedicaron a destruir
capillas. Algo parecido a lo que harían
un siglo después los partidarios de la
razón dialéctica. Lo malo de este tipo
de razones es que derivan en razones
terroristas. La rabia se vuelve filósofa,
para decirlo con palabras de Octavio
Paz. El racionalismo como disfraz de la
fobia antirreligiosa empieza cerrando
o destruyendo capillas y termina
exterminando a quienes demandan
capillas (y, después, cuando se agota
ese género, a quienes han cerrado o
destruido capillas). Resumiendo: cuando
oigo a alguien exigir que se cierren
capillas en aras de la razón, tengo la
certeza de encontrarme ante un imbécil
sediento de sangre.
2
Para mí, libertad es, ante todo,
libertad de conciencia. En
consecuencia, la libertad de
opinión y de expresión se subordina a
aquélla, e implica un respeto absoluto a
las creencias o ausencia de creencias de
los demás y a su derecho a expresarlas
mediante el culto religioso o la ausencia
del mismo.
3
El
diálogo
sólo
puede
construirse desde el respeto
mutuo de los que dialogan.
Ahora bien, dicho esto, yo no perdería
el tiempo dialogando con alguien que
quiere cerrar capillas en aras de la
razón. Que le divierta su abuela.