SAMIZDAT | Crónica de una vida nueva Mayo-Junio 2010 | Page 3

6 SAMIZDAT. MAYO-JUNIO 2010 SAMIZDAT. MAYO-JUNIO 2010 E D I TO R I A L E S PAC I O L I B R E ¿Puede decirnos algo una Santa del siglo XVI? El primer día de clase del segundo cuatrimestre, la profesora de literatura del siglo XVI nos dio la opción de hacer exposiciones voluntarias sobre cualquier tema literario relacionado con este siglo. Desde el primer momento la idea me atrajo pero no me atrevía a dar el paso, hasta que vi que en el temario no se incluía a Santa Teresa de Jesús. Tras dudarlo mucho finalmente me acerqué a hablar con ella y me dio dos semanas para prepararme la exposición, las cuales se basaron en búsqueda de información, lectura de alguna de sus obras y hablar con gente que sabe mucho del tema. Mientras, iba naciendo en mí el gusto por la lectura de la santa así como la admiración por su modo de vivir. Se trata de una mujer de pleno siglo XVI, la tercera de 12 hermanos, muy aficionada a los libros de caballerías y a las vidas de santos, con una gran personalidad y un tremendo amor hacia su padre. Desde muy pequeña reconoce la belleza del mundo y de la creación, y queda maravillada al preguntarse cuánto más lo será el Creador de las mismas, visión propia de este siglo. Por esta razón y por todo lo que disfruta conociendo al Creador, decide entregarle su vida por entero, en pobreza y castidad. Entra pues en el convento de S. José de Ávila con 16 años. Tras recuperarse de una larga enfermedad, vivirá años de “cruz”, como ¿Por qué «SAMIZDAT»? ella misma denomina, hasta que cumple aproximadamente los 40 años. Éste es el momento –dice ella- de su verdadera conversión. El paso de “monja buena” a “monja feliz”. Ha vivido años de dudas, dificultades, incomprensiones y tentaciones hasta el punto de sentirse indigna de rezar. Y sin embargo, la forma que tiene Dios de educarla -escribe en su Libro de la Vida-, no es mandándole enfermedades o condenas, sino todo lo contrario. pertenece (Vuestra soy dirá en uno de los poemas más bellos que existen), cuando decide hacer la reforma del Carmelo. Cambiará la regla y el modo de rezar de las monjas, y viajará por toda España creando nuevos conventos y monasterios teniendo siempre presente quién es el origen y el fin de lo que hace. Muere con 67 años, dejando plasmado en su literatura un testimonio de vida impresionante para muchos. Cito el párrafo en que ella misma lo explica mejor de lo que yo podría hacer jamás: “¡Oh Señor de mi alma! ¡Cómo podré encarecer las mercedes que en estos años me hicisteis! ¡Y cómo en el tiempo que yo más os ofendía, en breve me disponíais con un grandísimo arrepentimiento para que gustase de vuestros regalos y mercedes! A la verdad, tomávades, Rey mío, el más delicado y penoso castigo por medio que para mí podía ser, como quien bien entendía lo que me havía de ser más penoso. Con regalos grandes castigávades mis delitos. (…) Para muchos, digo, y para mí la primera. ¡Es increíble cómo cambia el gusto y el interés por el estudio, en mi caso por la literatura, cuando te tomas en primera persona un tema y decides contárselo a tus compañeros! Y ¡cómo cambia la forma de estudiar cuando tienes que ponerte delante de una clase y explicar lo que has aprendido! Cuando lees, buscas, investigas, te identificas con aquello que aprendes. ¡Todo se vuelve diferente, se hace tuyo! ¡Se vuelve interesantísimo aquello que antes parecía aburrido! Prueba de ello es que no te lo puedes callar, sientes un deseo enorme de compartir aquello con lo que tanto estás disfrutando, sea haciendo una exposición, sea contándoselo a tus amigos. Y a mí, personalmente, me atrae esta forma de concebir el estudio como veo en otras personas, y como he empezado a intuir que es posible y que merece la pena. Porque como dice Santa Teresa, intentando llegar al origen de todo y concibiéndolo como regalo y oportunidad, se te da cien veces más. Era tan más penoso para mi condición recibir mercedes, cuando havía caído en graves culpas, que recibir castigos, que una de ellas me parece, cierto, me deshacía y confundía más y fatigaba, que muchas enfermedades con otros trabajos hartos, juntas. Porque lo postrero veía lo merecía y parecíame pagaba algo de mis pecados, aunque todo era poco, según ellos eran muchos; mas verme recibir de nuevo mercedes, pagando tan mal las recibidas, es un género de tormento para mí terrible, y creo para todos los que tuvieren algún conocimiento o amor de Dios, y esto por una condición virtuosa lo podemos acá sacar”. Así, no le quedó otra a Teresa que rendirse a sus pies, darle todo a Aquél que la conocía mejor que ella misma, y que por amor le regalaba mucho más de lo que ella creía merecer. Es desde este momento, desde que reconoce que todo le es dado, que ella no crea las cosas ni mucho menos las controla, que no se hace a sí misma sino que 3 Mercedes Sánchez Riezu, estudiante de Filología Hispánica en la UCM L os más curiosos se preguntarán por el significado de esta palabra difícil de pronunciar. “¿Por qué habrán elegido esta palabreja?” dicen por los pasillos de la Facultad. Etimológicamente proviene de la base “Sam”, en ruso сам (uno mismo) e “izdat” [apócope de “izdatel’stvo”, en ruso издательство (editorial)]. No tiene equivalente español, significa auto-publicación (escrito por uno mismo). Con estas escuetas pinceladas respecto a su origen podemos empezar a intuir que se trata de algo interesante. Se denomina literatura «samizdat» al conjunto de publicaciones clandestinas de textos y docu