SAMIZDAT | Crónica de una vida nueva Enero-Febrero 2011 | Page 7

7 SAMIZDAT. ENERO-FEBRERO 2011 S O C I E DA D ¡La culpa de la crisis la tienen los políticos! Después de un largo periodo de crisis, a simple vista localizada en la subida de impuestos y el mayor número de personas en paro, podemos decir que la culpa la tienen los políticos. No hay que saber mucho de política para decir esto, yo mismo no tengo ni idea pero si no, ¿a quién se la echas? Alguien tiene que ser el culpable. El informe CENSIS, un estudio estadístico sobre el origen de la crisis elaborado en Italia, dice que el principal desencadenante de ésta se percibe en los jóvenes de nuestra sociedad. Su falta de deseo por conseguir algo en la vida –un buen trabajo, construir una familia– hace que no se construya ni avance la sociedad; ellos son el motor, eso dicen. Estos jóvenes, yo me incluyo, han nacido en una cultura y una sociedad determinada, sin que ellos la hayan elegido, así que habría que intentar entender el porqué de este cambio. Retrocedamos un poco en el tiempo. Entre los años 1900 y 1950 se produjeron una gran cantidad de emigraciones dentro de España, de los pueblos a las grandes ciudades. El deseo de la gente que emigraba era el de tener una vida mejor, un buen empleo, la posibilidad de educar bien a sus hijos. Algunos, durante muchos años, esperaron poder emigrar, con todos los esfuerzos y sacrificios que conllevaba una cosa así. Realmente era empezar una vida nueva que no sabías si iba a ir bien, pero corrías el riesgo por la esperanza de una vida más grande. Hoy en día, normalmente, un joven nace en una sociedad donde ya lo tiene todo. No hay que esforzarse para conseguir algo, sino que simplemente hay que ser políticamente correcto e ir pasando curso a curso la edad escolar, hacer una carrera –porque casi todo el mundo estudia ya en la universidad– y, luego, conseguir un puesto más o menos decente. Claramente se ha perdido la principal característica de los jóvenes, la fuerza y el entusiasmo por construir su propia vida, por hacer algo, por luchar por el ideal mencionado antes. Esta falta de significado de los jóvenes delante de la vida, donde sobre todo predomina la apetencia y la instintividad del momento (es decir, como soy joven voy a aprovechar ahora este tiempo para pasármelo