SAMIZDAT | Crónica de una vida nueva Abril-Mayo 2016 | Page 5

5
mi mente la pregunta : pero , ¿ son un bien ? Y con ella se agudiza mi razón , vuelvo la vista hacia los gestos que he visto en estos meses . Gestos en los que el encuentro y el diálogo son posibles , donde personas reconocen que necesitan al otro para decirse a sí mismos y que eso ha sido un bien que ha hecho posible la convivencia y la construcción común . El viaje del Papa Francisco yendo a Lesbos y trayéndose al Vaticano a dos familias musulmanas es uno de ellos . Otro son las palabras de un exmiembro de ETA , Iñigo Rekarte , que confiesa que al rendirse al amor por una mujer , en princisamizdat abril - mayo 2016
pio ‘ enemiga ’, ha salido de la violencia ideológica y el odio terrorista . Y los ejemplos más sencillos y cotidianos , como la amistad entre dos estudiantes universitarias , ideológicamente muy distantes , que se reconocen en un deseo común , un deseo de infinito ; o el encuentro entre dos personas enfermas en una misma habitación de un hospital , con historias y horizontes vitales muy diferentes , que rezan juntas por la curación y se hacen amigas , más allá de las horas obligadas en un hospital . Son gestos sencillos y desarmantes de los que una buena política debería aprender más .
Marina Ribera , Profesora de la UCM

Hacia el ancho mar abierto

« Ni la dulzura del afecto a mi hijo , ni la piedad por mi anciano padre , ni el amor que debía hacer feliz a Penélope pudieron vencer en mí el ansia que sentía de conocer bien el mundo y los vicios y el valor humanos , por lo cual me lancé por el ancho mar abierto ».
Una extraña fuerza arrancó a Ulises de su hogar . Partió de su amada Ítaca , dejó atrás a Penélope , y a su hijo en manos de quienes le criarían . Habiendo vivido muchas aventuras su barco naufragó y llegó a una isla donde la bella ninfa Calipso se enamoró perdidamente de él . Cada día lo agasajaba con toda clase de manjares y riquezas , y cada noche compartían el lecho . Así durante siete largos años . La historia cuenta que a pesar de esa tentadora vida , Ulises sentía en su pecho ese extraño motor que incansablemente le pedía partir de nuevo . Los dioses , apiadados por el anhelo de su héroe protegido , decidieron actuar para liberarlo de Calipso , que no le quería dejar marchar . Entonces ella le hizo una última oferta : la inmortalidad , a su lado . Ulises no aceptó y zarpó movido por la inquietud que sería su brújula durante toda su vida . Dante en la Divina Comedia recoge al protagonista de la Odisea , con quien se encuentra en su descenso al Infierno , y reescribe el final de su viaje . El Ulises de Dante navegará más allá de las Columnas de Hércules , que en la Antigüedad simbolizaban el fin del mundo .
( La Divina Comedia , Infierno , Canto 26,94-100 )
www . periodicosamizdat . com
Ulises elige abandonar a Calipso . Podría quedarse disfrutando de la inmortalidad junto a ella en un idílico lugar . Pero él decide marcharse , lo deja todo para emprender un viaje . Un viaje que no sólo implica vi-