creación se multiplican y donde también aprendieron
a escuchar a bandas como ‘The Casualties’, ‘Sex
Pistols’ y ‘The Clash’.
Hablamos de una banda que empezó con pelados que
sólo sentían pasión por la música y tenían algo que
decir, pero no sabían tocar nada, ningún instrumento.
Ahora ya son músicos que empiezan, reunidos todos los
sábados a ensayar en la casa del vocalista y que les ha
tocado puentear los parlantes con unos bafles y simular
el bajo con una guitarra.
Lo principal es que el parche ha estado a prueba
de desmotivación por falta de recursos y de
conocimientos. Ahora que la banda promete reclamar
un lugar en una escena que en la comuna (comuna 6
–Doce de Octubre) está creciendo, ellos insisten en no
perder ese horizonte de la pasión del encuentro a tocar
que primero los guiaba.
Tienen claro que no van a vivir de la banda, hablan de
terminar el colegio y estudiar algo con lo cual generar
ingresos; pero en esa ecuación, donde no se pretende
que la música resuelva el sustento, la música sigue
siendo lo más importante, una prioridad.
Casi no salen de la comuna, pero han ido algunas
veces al Parque del Periodista, donde, dicen, las
discusiones que se arman ahí entre personas que no se
conocen son muy interesantes. Les gusta también ir a
acampar a los morros cercanos de Picacho, para hablar
tranquilos y sin afanes.
De la ciudad opinan que es “una ciudad podrida” y
cuando explican esto hablan de las desigualdades. Pero
no toda la crítica que formulan en una conversación o
en canciones como “EE.UU y Falsa Independencia” los
excluye a ellos de un problema o algo por mejorar. La
violencia, tan cercana en algunos de estos barrios, la
entienden como algo que está en todos y de muchas
formas distintas a la física:
“La violencia hace parte de todos. Uno dice que ahh,
que los matones, pero llegan a uno y se le roban algo
y uno también quiere ir y hacerles algo… la violencia
es del ser humano (…) por más pacífico que uno
intente ser, uno es violento de cualquier manera. La
violencia no sólo se aplica de manera física, se aplica
de manera mental”.
Más allá de la crítica, en ese otro lado de la moneda
donde están la cuadra, la esquina y la familia, los
integrantes tienen algo en común: el apoyo de las
hermanas. Han sentido el rigor de la discriminación por
su forma de vestir, en el colegio han tenido problemas
con algunos profesores, pero hay otra ciudad, de la
mano del afecto, que se les ha abierto.
90
La música mueve toda la pasión: se iluminan con
la pregunta por la música, mantienen los sueños y
también se hacen más sensatos de lo que su edad
obliga. Por un lado, hablan de la meta de irse a tocar
por varios pueblos de Antioquia y, de otro, saben que
han tenido que mejorar mucho, que sentían que ya
sonaban bien desde el principio y había gente que no
los oía tan bien.
Cuando nos comentan de lo que le dirían a alguien
que está empezando ahora, como ellos en el 2009,
hacen mucho énfasis en el proceso, algo como
no desesperarse ni desmotivarse y entender la
importancia de la disciplina y no dejar de perseverar.
En el fondo, ‘Nomadax’ muestra que se trata de
empezar a hacer sin saber, ir construyendo un sonido
hacia adentro, una capacidad autocrítica y luego un
público. Al final, lo más importante es no perder el
parche, es allí donde se da el resto de cosas.