Ruido.pdf Oct. 2014 | Page 472

Frankie Ha Muerto El primer cd que escuchó fue el de ‘Frankie Ha Muerto’. Era en un equipo de sonido que le había regalado su mamá cuando se graduó de una tecnología en administración. El equipo había quedado un tiempo sin estrenarse. Que el primer cd que tuvo Fabio fuera el de la agrupación en la que canta y compone, es uno de los ingredientes de una historia sin recetas. ‘Frankie Ha Muerto’ es una banda gótica, New Wave. En el 2014 se acomodan bien a los sonidos que existen en la ciudad -dando acceso a una tradición y a una creación viva- pero en esa época irrumpían, adelantándose a la ebullición que la exposición y facilidades que las nuevas tecnologías y la apertura de mercados produciría. A principios de los noventa llamaron la atención por el maquillaje y vestuario en una época de pocos referentes visuales, encontraron un sonido en un ensamble que con teclado y dos guitarras permitían Foto: Maxiaz 472 romper esquemas sonoros. Para los que los siguieron escuchando, toda esa atmósfera musical quedaba justificada en acompañar unas letras que podían ser lecturas de Rilke, fragmentos de Rimbaud, frases textuales de Drácula de Bram Stoker y citas de Georges Bataille. Tanto la escenografía como la literatura se explican -en parte- por el paso de uno de los integrantes durante su adolescencia por un grupo de teatro. Desde uno de los antecedentes de ‘Frankie Ha Muerto’ -la banda de Punk ‘Denuncia pública’- Fabio ya metía letras de Neruda para dar con canciones de protesta social y crítica política. ‘Denuncia Pública’ compartiría presentaciones en pequeños conciertos con ‘Desastre’. En esa colaboración musical se iría amasando ‘Frankie Ha Muerto’ con integrantes de ambas agrupaciones. Hacerlo “sin pensar demasiado” -y con una unión de músicos que venían atravesados por distintas vertientes musicales- los puso frente a un proyecto que parecía variar de género entre canciones, encajando luego -como justificación- en algo que no sabían que existía y haciéndose posteriormente a un concepto que otorgara sentido y una guía para lo que restaba por crear. Su impronta iba quedando en presentaciones -donde resaltaba el Carlos Vieco- en las que aparte de salir