Entrar en un género casi desconocido para el medio
local, los llevó a preguntarse por los alcances de esto.
Así, empezaron a buscar en el mundo cómo estaban
las redes de este género. Primero estaban las pocas
bandas “comerciales” stoners a nivel mundial, pero
luego encontraron tejidos de microrredes stoners:
Brasil, Alemania, Grecia, Chile, entre otros países,
contaban con una escena underground, pero fuerte, de
estos sonidos.
Lo natural era buscar lugares para tocar. Más para
probarse, por tantear la banda, tuvieron unos
primeros toques, varios pequeños, y las eliminatorias
de Altavoz. Estas les permitieron entender en qué
estaban, qué problemas presentaba tener una banda
con baterista como vocalista en un escenario que no
estaba preparado para tal acople. A pesar de que no
clasificaron al Internacional, esta participación les
sirvió para grabar el primer trabajo.
También, con la forma como grabaron este
primer disco, buscaron cambiar un poco las
ideas predominantes sobre sonido y grabación.
Específicamente, grabaron con menos efectos y
“limpiezas” de sonido, como muchas bandas de Stoner.
La idea es que en la grabación puedan capturarse las
dimensiones del espacio, es decir, que la música tenga
reverberación, algo que normalmente los grupos suelen
evitar: “Yo no soy fan de las grabaciones modernas,
cosas ultramasterizadas para sonar duro, a mí me gusta
que la música vibre, que respire, que haya subidas y
cosas bajas”.
Aquí saben que encuentran una barrera para lo que
hacen. Pero esto no parece ser un problema, la idea
no es seguir unos ritmos sino tratar de avivar otros
más desconocidos. De este modo, especialmente ellos
como colectivo artístico han buscado ir creado la red
Stoner en la ciudad: “No nos importa si el género
tiene cabida en Medellín, porque toda la vida nos ha
gustado empujar”.
418
Foto: Karl Desing
Y Gigi entiende cómo hacer esto, ya lo hizo con ‘Juanita
Dientes Verdes’ y su Grunge y Alternativo en los
noventa, cuando todo parecía agotarse entre el Punk y
el Metal. Hoy en ‘Ohmaigad’ con un programa de radio,
una articulación con una red mundial de colectivos y
eventos esporádicos a nivel local han ido mostrando las
posibilidades de una música que, aunque para muchos
puede ser Rock, tiene bastantes particularidades en su
ritmos, además de que desafía los tiempos y sonidos
tradicionales de este género.
Con ‘Ohmaigad’ vemos la pregunta por la creatividad,
donde los géneros y las posibilidades musicales
pueden agotarse rápido entre tan pocas casillas
de composición. Esta es una banda que tiene una
experiencia y capacidad a sus espaldas envidiable, pero
que entiende que un género que es tan escaso a nivel
local debe empezar por las actividades más pequeñas:
live-sessions, toques de bar, etc., y en ese orden ir
creciendo la escena.
El Stoner de ‘Ohmaigad’ tiene bastante de misticismo,
canciones largas, voces fuertes y piezas instrumentales.
Siempre crea esa sensación de un encierro que va
liberándose gradualmente, de una música que va
tornándose repetitiva sin ser extenuante, por el
contrario, unas distorsiones hipnóticas que transportan
bastante a quien las escucha.
En últimas, es una banda que construye con el
significado de las conexiones de personas que se
respetan y admiran, crean juntos y buscan coordinar a
la perfección lo que al principio sólo era un aprendizaje
de batería. Como ‘White Stripes’, es una banda que
saca canciones de la empatía, del amor de pareja,
pero también de la capacidad de trabajar sin parar
en la búsqueda de un sonido que siempre