espectadores por el concierto en Alemania y el de Rock
Al Parque- fue donde recibieron un homenaje muy
consciente de esa mezcla de su participación social, lo
musical y aquella negación íntima de negar la inercia de
una biografía.
La ecuación podría tener las dos facetas que son el
activismo y fabricación de canciones que se unen en
eventos y campañas; los componentes, sin embargo
se pueden rastrear en los oficios o énfasis diferentes
de Lupa, Medina y Jr Ruiz. Siendo el primero el orden,
la precisión que se refleja en la producción, pero
también en el escenario; el segundo, el activismo,
las relaciones y el relacionamiento de su arte con
un contexto social; y el tercero, el cantante por
excelencia, el artista que aparece con un talento
innato como es su voz prodigiosa o la forma sin
parangón de ponerla en el Rap.
Mientras que las canciones le apuestan a una protesta,
una reflexión intensa sobre la violencia y la sociedad
-y otros persiguen sus canciones por un cantante como
Jr Ruiz que consideran como el mejor del Rap local-,
un integrante como Medina está convencido que ante
todo el Hip-Hop debe ser acción comunitaria y escuela
cultural, lo que ha mantenido quizá a ‘Sociedad FB7’
alejado de ciertos circuitos comerciales.
La trayectoria del grupo se puede medir por la
producción musical de “No puedo vivir” (EP) en el
2002, “En Medio de la Guerra” en el 2004 (LP), “Sigue
el Drama” (EP) en el 2011 y “Hoy” en el 2013 (EP). La
estrategia y una experiencia -la forma como el Hip-Hop
cambió la vida de unos músicos de una ladera popularsobresalen en los recuerdos de los viajes a Panamá,
Ecuador, I