Aka
Aka es un Mc que construye un Rap muy fuerte, muy
claro, y que recoge unos movimientos colombianos
y latinoamericanos desde una mirada que cultiva lo
rural y reconstruye el campo de donde provienen
papás, mamás o abuelas de muchos de los raperos que
integran la escena de Medellín.
Rapero rural porque, como él dice, debajo del asfalto
-que es Hip-Hop- siempre hay tierra. Más allá, Aka le
canta al despojo, a la reivindicación, a las injusticias,
a la vulnerabilidad frente a guerra, a la dignidad
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atravesada por ese amor por lo simple que hay en el
campesino y que entiende el agricultor.
Aka, mezclando artes -desde su licenciatura en arteses también líder del proceso de Agroarte con el que
siempre se ha empecinado en la siembra y que después
de haber invitado a todos los vecinos de vereda en San
Cristóbal a desarrollar huertas y un vivero, desde la
comuna 13 ha sabido hacer un punto de encuentro y
una invitación permanente para la siembra.
El agroarte que uno puede encontrar en su música es
una relación distinta con lo femenino y también es una
intensidad, un profundo desahogo con dolor y rabia.
El Aka nos transporta a los momentos que no hay que
olvidar, masacres, operaciones militares cuestionadas,
desalojos. También nos lleva por caminos veredales,
usa rostros de invisibles en sus canciones y se para en
el escenario como atravesado por un río o una cascada
que en vez de bajar, sube; aprieta el entrecejo, mueve