Esto no tiene problema mientras el artista tenga la
capacidad de darle una marca, es decir, sea capaz de
transformar los sonidos que consigue en un sonido
propio. De lo contrario, la escena musical se convierte
en una en la que varios artistas tienen sonidos
repetidos copiados de una misma librería.
Con ‘Vandel’ vemos una profunda pregunta por la
calidad de la música. En particular, su proceso creativo
se da por etapas, es decir, no se permite ahogarse o
sesgarse en un solo sonido, sino que cada vez que
crea una canción o una serie de canciones, saca un
tiempo para experimentar, probar nuevos sonidos
y dejar quieta la creación por un tiempo. Esto, entre
otras cosas, le ha permitido ser crítico con su propia
música e ir viendo sus propios avances. Así, aunque
siempre hace House, se permite otras cosas como
las percusiones del Jazz o diferentes ritmos en clave
de House. Incluso, en uno de sus discos, “Jugo de
Naranjo”, hay un rap instrumental (Trip-Hop) que
produjo junto a José Henao, recordando su primera
etapa en la música.
Después de lograr cierto reconocimiento tocando
sus temas como productor en la escena de Medellín,
le llegó el turno de tocar un live. Esto tiene la
dificultad de que se debe improvisar, es decir, sonar
las canciones propias pero con cambios en vivo.
Canciones que se alargan, se recortan, ritmos nuevos
que entran, todo en pro de cautivar un público. El
primer live de ‘Vandel’ fue en un concierto de Matías
Aguayo, allí fue donde perdió el miedo a eso. Luego
vendrían eliminatorias de Altavoz, Festival Invazión y
otros toques locales que le fueron dando un lugar en
la pequeña escena House de la ciudad.
Sobre esta escena cree que ha habido avances. Si
comparamos con unos años atrás, ‘Vandel’ siente
que ahora hay mayor investigación sobre el tema de
la música, mayor información y los empresarios se
están atreviendo a traer mejores músicos, esto sube
el nivel del ámbito local. Además, la ciudad cuenta con
productores que están a la altura de cualquier escena
internacional. Aquí ve una ventaja clave con respecto
a otros géneros y es que en el mundo de la electrónica
aprendieron mejor que nadie a hacer uso del mercado
digital, difundir, compartir y moverse por redes, antes
que los trabajos físicos o conciertos, pero sin descartar
estos.
El mundo de los colectivos es importante en la música
electrónica. ‘Vandel’ hace parte de ‘Monofónicos’,
colectivo que nace con la necesidad de reunir
productores locales con una idea inicial de dar
talleres, pero con el tiempo se convirtió en un netlabel,
un sello digital que concentra su accionar en la
producción y distribución libre de música (Creative
Commons). De este modo, ‘Monofónicos’ produce
varios lanzamientos durante el año y un cd anual en el
306
que compila el trabajo de sus integrantes, así como los
sencillos de los integrantes.
Juan Camilo Naranjo siente que Medellín está creando
su propia identidad musical y los eventos y lugares
están mejorando en la calidad de sus presentaciones,
tanto por la consecución de artistas internacionales
como por la apertura de espacios a sonidos diferentes
a los dominantes en la escena local.
En suma, con ‘Vandel’ vemos que la electrónica ya tiene
sus especificidades técnicas en la ciudad, un público
que entiende de música y una ola de productores
desde diferentes géneros que están logrando tensionar
esos sonidos predominantes que ha tenido la ciudad
en cuanto a la Electrónica.