con base en una idea de un libro o un cuadro es por lo
menos desintoxicante.
La banda empezó como un proyecto para ellos mismos
y ese lujo que se dieron desde el principio no lo han
perdido. La guitarra de ‘El Túnel’ encuentra referentes
en Ritchie Blackmore, Jimmy Page y David Gilmour, y
en la búsqueda de un homenaje a una música que se
hizo cuando no habían nacido, llegaron al delta del
Mississippi y un nuevo bajo.
Llegar a un río por la música es también la convicción
de mezclarse, de diluirse para entrar por unas aguas
y salir de otras. Es el bajo en ‘El Túnel’ el puente, las
minuciosas técnicas de Jazz mezclado con Salsa que dan
la licencia para que sus canciones sean sobre Medellín:
siempre arrojando historias y volviéndose los oídos
a los cuales decirles un par de cosas con melancolía y
humor Blues o desenfado y rabia Rock ‘n’ Roll.
poniendo a prueba su convicción, pero finalmente
sienten ese amarre que es la reconciliación con la
intimidad del artista.
‘El Túnel’ es un grupo que se encontró, encontraron la
música para ellos, ya no la pueden dejar: sin importar
que suene bien o mal, que sea aceptada o no, los
“amarró del todo”. Muy pocos pueden quedarse a vivir
en el sueño de la niñez, pero ellos siguen allí.
Han tenido la curiosidad suficiente. Desde buscar la
ruta a la perseverancia para encontrar el descocido
que les permita seguir siendo lo que son -y vivir
de la música y sus cercanías- no han dejado de
divertirse. Por supuesto, no todo ha sido fácil, pero
el correlato a pesar de momentos como el día que
les robaron el amplificador de un bajo sigue siendo
el placer. El músico siente a veces su arte desvalido
Foto: El Túnel
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