Ruido.pdf Oct. 2014 | Page 27

En 1987, Ramón Restrepo y César Quiceno, amigos que habían compartido ensayos con sus respectivas bandas de ese entonces (Ramón con ‘Parabellum’ y ‘Blasfemia’ y César con ‘Maleficio’), acoplarían unos ritmos y letras compuestas por ellos mientras caminaban, resistían y subsistían. Para entonces, no importaba darle nombres al género musical que hacían, realmente había algo superior, algo que iba más allá de un nombre, una composición musical o una configuración de una banda: tocar música y parcharse, andar juntos y compartir sonido. Esta era una época en la que el Metal empezaba a abrirse a otros géneros musicales, aparecían más categorías de este y ya el Punk rondaba por la ciudad. Es allí, en ese intersticio de la historia, cuando aparece ‘Restos de Tragedia’. En una fábrica de “morescos” de propiedad de la mamá del baterista empezaron los ensayos. Sonidos estridentes que estremecían al barrio y a los curiosos que no dejaban de observar el desfile de, para ese entonces, “seres extraños”. Armaban instrumentos hechizos, construían sonidos, intercambiaban instrumentos y escribían letras a una Medellín que empezaba a mostrar su lado más violento y desgarrador. Con esto llegaría una rutina que, para los ritmos de hoy, llama la atención: ensayaban a diario. No querían hacer algo diferente a tocar. Así estuvieron durante años ensayando, escribiendo canciones, hasta que llegarían a su primer concierto. En este toque estarían en Campo Valdés con ‘Masacre’, ‘HP’ y ‘Crimen Impune’. Era un medio creciente, activo y donde los parches se daban en cada esquina, cada terraza y donde aparecerían muchos de los sonidos y fusiones que hoy son referentes musicales para muchas bandas. Con el tiempo, empezarían a ensayar en un lugar con mejores condiciones, donde Luis Emilio. Allí ensayaron muchas de las bandas de la época y, quizás, fue una de las primeras salas de ensayo de la ciudad para los grupos de estos géneros. Era el año de 1988 y ya ‘Restos de Tragedia’ empezaba a consolidar una carrera musical. Después de mucho ensayar, llegarían sus dos primeros EP, muy cercanos en el tiempo y en formato de vinilo de siete pulgadas. El primero sería “Ser o no ser” y el segundo, “Medellín presenta a Restos de Tragedia”. ‘Restos de Tragedia’ también es la historia de una autogestión muy diferente a lo que se usa hoy. En un tiempo en el que el internet no existía y las llamadas telefónicas eran bastante costosas, un apartado aéreo era el único medio al que tenían acceso. Se escribían con bandas de todo el mundo, enviaban sus trabajos, recibían los de otros y realizaban producciones compartidas (splits) con bandas del exterior. Así se fueron haciendo carrera como banda de Hardcore, influenciados por las bandas brasileras, inglesas y nórdicas, de las que recibían material. Para ellos el Hardcore permitía la dureza y velocidad del Metal, pero las letras y críticas del Punk. Era este el punto que les interesaba de este género: decir algo “importante” con mucha fuerza. Con este ritmo estuvieron un período con tiempos inactivos por la ausencia de Ramón, quien residió en Venezuela, otros de mayor actividad, hasta que en los últimos años volvieron a pararse de frente ante la música de Medellín. En el 2008 llega Hamilton Castillo, su vocal actual. Aprovechando su experiencia y contactos se logró una gira internacional a México (2013), participación en varios festivales importantes en la ciudad como Altavoz 2013, Fiesta de la música 2011, Del Putas Fest 2013 y una seguidilla de toques a nivel local y nacional, lo cual ha permitido el reconocimiento de un público que los recuerda como una de las bandas pioneras del Hardcore en Medellín. En los últimos años la discografía de la banda ha hecho producciones importantes, trabajos prensados en Europa (Italia y Francia) y se compartió un EP con la banda francesa ‘Coche Bomba’, llamado “Odio a la Pobreza”. ‘Restos de Tragedia’ está en el proceso de componer temas nuevos para su trabajo “Pogo Desatinado”. Por último, esta banda nos deja una reflexión interesante sobre el presente y el tiempo en el que ellos iniciaron. Ellos son críticos en mostrar cómo hoy -cuando el apoyo es evidentemente mayor y los recursos y posibilidades de creación son más ampliaslas ganas y la cantidad de conciertos, toques, ensayos y públicos no son los mismos que en esa época. Sin el ánimo de creer que todo tiempo 6F