En el 2011 hubo una suerte de despedida de
‘Reencarnación’, pero no fue tal, Piolín no podía
seguir tocando sus conocidos riffs en guitarra por una
enfermedad. Pero la misma tozudez que lo había hecho
durar tanto, lo hizo continuar. Con una agrupación
renovada de músicos más jóvenes producirían un
nuevo trabajo: “Se puede vivir sin dios”, en el que se
recuperan muchos de los sonidos ochenteros que los
habían caracterizado y algo de ese ruido “sucio” del
Metal Medallo.
Cruzando los treinta años sin parar, ‘Reencarnación’ es
la historia misma del Metal y la música alternativa en
la ciudad. Su plan inicial no era un plan, era un arrojo
hacia unos sonidos. Nunca han tenido presión alguna
de sellos discográficos o empresarios, su única apuesta
siempre ha estado en la siguiente canción. No querían
vivir de la música, más bien querían vivir con ella o
para ella, y esto lo han logrado. Si ‘Reencarnación’
muere mañana o tiene diez años más, ya tiene sin
cuidado a su fundador, la música le ha dado mucho más
de lo que pudo haber imaginado en el setenta y seis
cuando a sus diez años recibió ese casete con ‘Ten Years
After’ y ‘Deep Purple’. Sentarse a dibujar en su mente
las figuras que recorrerán la guitarra y las letras que
acompañarán los ritmos es lo único que importa.
Fotos: Humberto Parrado Manrique
263