no tener material (musical y lírico), sino por tener que
decidir cuál es el más apropiado para el sonido que
quieren lograr con la banda. Es por eso que pueden
verse dos temas globales en la banda: amor y crítica
social. En el primero, sienten que la música puede
redefinir paradigmas del amor en “un pueblo que no
sabe amar (…) Necesitamos encontrar otra manera de
descifrar el amor”. Y en el segundo, ven la necesidad de
escribir sobre esas ideas que nos unen como nación,
pero a la vez nos marginan por diferentes condiciones
sociales. Ellos entienden que en Colombia esto ya se
ha hecho, y es esa línea la que quieren seguir, de la
que quieren aprender, para aportar algo más a esta
construcción musical.
El primer toque de ‘TocaTimbres’ sería en el centro
cultural Moravia de Medellín. Uno de los integrantes
fue invitado por su proyecto de solista y decidió
llevar toda la naciente banda. Fue el momento que
necesitaban para darse cuenta de que funcionaban
como grupo. De aquí empezarían a tocar en varios
lugares de la ciudad: Teatro Ateneo, Castilla Festival
Rock, y, algo que no les da pena publicitar: en grados,
matrimonios, cumpleaños, lo que fuera. De hecho,
el grupo se movió bastante al principio en estos
círculos. A pesar de los toques siempre han tenido que
enfrentar la paradoja identitaria de no sentir que no
tienen lugar en los festivales de Rock, pero tampoco
están seguros si tocarían en un festival de música
folclórica. Sin embargo, es en ese intersticio donde
siguen buscando su sonido.
La pregunta necesaria con ‘TocaTimbres’, que se
responde más allá de si es comercial o no, o que sea
“lo que les gusta hacer”, es ¿por qué ese género y no
otro? En primera instancia, creen que en este género
hay una posibilidad de reivindicar lo local, pero no
como algo intacto, sino como un sonido que ha venido
construyéndose paso a paso en las últimas décadas.
Allí saben que ya hay referentes como Carlos Vives,
‘Aterciopelados’, ‘Bloque de Búsqueda’, ‘Velandia y
la Tigra’, ‘Systema Solar’, ‘Malalma’, entre otros. En
segundo lugar, creen que pueden aportar al género en
tanto ven que a pesar de que es importante que sea
música bailable, de fiesta, se puede llevar a otro nivel
buscando crear memoria desde este género, letras que
narren al futuro y al mundo el contexto en que la banda
(y el país) ha vivido.
Es desde esto que establecen su proyecto musical: un
largo trabajo de investigación, grabación y producción
de canciones. Valoran que muchas bandas estén
grabando y sacando canciones en menos de una
semana y estén divulgando en redes en poco tiempo.
Esto atrae a un público en menor tiempo, pero para
ellos el tema es diferente. En concreto, sienten que la
música que graban es algo que quedará para toda la
vida. Haber crecido influenciados por una escuela de
grabaciones con mucho trabajo (el Rock Progresivo de
250
los setenta y ochenta) hace que no se sientan con la
confianza de publicar cualquier canción que graben.
“La cosa con la música colombiana es que mientras más
rumbero sea, más conocido es…”
Es fácil pensar, al ver bandas como ‘TocaTimbres’ y
otras, que en este género se tiene un éxito asegurado
en tanto es la corriente que la industria local como la
internacional están buscando. Pero cuando uno mira
con mayor detalle dentro de este género, se puede
dar cuenta de que hay grandes diferencias entre estas
bandas, toda vez que grupos como ‘TocaTimbres’ no
están para hacer sonar cualquier canción repetitiva y
sin letra que pueda volverse comercial en poco tiempo,
sino que su apuesta está en usar un género que tiene
bastante difusión para escri &