Ruido.pdf Oct. 2014 | Page 115

Con la idea de seguir como solista empieza un trabajo de exploración musical que conectaría con su carrera de estudios visuales en el ITM. Para él, ser el ‘Bardo’ tiene que ver con recoger y narrar esas historias cotidianas, de barrio, que no están siendo contadas. Con esto, quiso marcar una diferencia con la tendencia del Hip-Hop en la ciudad en los últimos años: no hablar de violencia. Pero no es porque crea que es un tema que el Hip-Hop no debe tocar, por el contrario, siente que es un asunto que incumbe a todos en la ciudad. El problema que recoge ‘Pino’ es que estos temas se han vuelto fórmula estatal del Hip-Hop para poder apoyar estas prácticas. En concreto, siente que si un hopper no está hablando de estos temas, no recibe tanto apoyo como el que sí lo está haciendo. Aquí quiere rescatar la libertad del Hip-Hop, su posibilidad de narrar debe anclar múltiples temas. Y en su trabajo esto está claro, desde las historias de Moravia como pequeño centro de la ciudad, las peleas de barrio, hasta otras formas de hablar de la sexualidad. En sus canciones sobre sexo, en el trabajo llamado “Penetración”, ‘Pino’ busca darle doble sentido a lo que se entiende por sexualidad. A pesar de ser llamado “pornográfico” por algunos, muestra que la música y el sexo tienen convergencias en sus formas de crear placer, y con este trabajo ha buscado erigir esas ideas que a veces parecen imágenes que se vuelven letras, como lo hizo en su EP llamado “Sexofonía”. Es por esto que su oficio de artista visual está conectado con el de la música, en la medida que las imágenes de sus discos tienen resonancia en las letras y las letras son imágenes en construcción. Palabras que se salen de tiempos, líneas que cambian de sentido según el fraseo son algunas de las apuestas de ‘Pino’ por cambiar un poco la linealidad del Rap. Ha sido crítico del llamado trabajo social que hace el Rap en las comunidades. En un principio creyó en estos proyectos y trabajó cerca a ellos, pero luego se dio cuenta de que si se quería trabajar desde el Rap para un barrio o para un problema social específico, debía de hacerse mayor investigación, mayor profundización de los problemas, puesto que ha visto que aquellas iniciativas que han llevado la bandera de trabajo por la comunidad en sus barrios no han sido más que simples eventos que duran lo que un proceso de contratación estatal. En últimas, cree que sí se puede trabajar el Rap con los barrios, pero no para lograr que cientos de pelados imiten a un profesor rapero, sino para crear esa pulsión que lo empujó a él y a muchos más a crear música. Esto parte de la idea de que la música no debe de ser obligante, sólo se deben mostrar pinceladas de lo que puede lograr con esto, ya el gusto y las ganas de hacer vendrán con el placer que cada uno sienta haciendo música. Al f