RIE-UANL, ENERO-DICIEMBRE 2016, AÑO 3, NÚM.3, ISSN: 2448-6825
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Existen diversos puntos de vista con respecto a aquellos factores que influyen para
obtener el logro académico, Richard Elmore citado por, Elmore, Fiarman y Teitel, (2009)
manifiesta tres factores del núcleo de la práctica educativa: el estudiante, el contenido y
el maestro; dicha práctica consiste en el cumplimiento de un ciclo en torno a los tres y a
su vez la manera en que se nutren y repercuten en los otros, por lo que esta práctica se
logra a través del equilibrio entre estos factores. En este sentido, la literatura consultada
permite deducir que existen dos tipos de logro académico donde intervienen estos:
De conocimiento: las capacidades que el estudiante adquiere y desarrolla en la
institución educativa y demuestra a lo largo del proceso formativo con la guía del
profesor.
De aptitud: la capacidad del alumno para responder a los estímulos que el profesor
favorece o que se le presentan en el entorno educativos.
El Logro Académico es un proceso complejo en el que intervienen variables que
favorecen el aprendizaje: las condiciones psicológicas (afectivas y cognitivas); la relación
con el profesor; la metodología de la enseñanza, la valoración social del aprendizaje y el
medio socio-económico y cultural en el que se encuentra. Como indica Urquijo (2002), la
lista de las variables que se vinculan con el rendimiento académico es extensa; se pueden
encontrar explicaciones que van desde lo educativo hasta lo social. En la mayoría de los
casos suelen ser mixtas, lo que hace necesario una valoración muy cuidadosa para
identificar sus causas. Asimismo, es posible pensar que el éxito escolar consiste en el
equilibrio entre el éxito académico, el social y el personal.
Conductas Protectoras del Ambiente
El Diccionario de Psicología Científica y Filosófica, considera a la conducta como las
acciones y reacciones del sujeto ante el medio, menciona también que es la respuesta
del organismo considerado como un todo, en las que intervienen varias partes del cuerpo
y que adquieren unidad y sentido por su inclusión en un fin. Aunque no hay todavía una
definición bien establecida del término Conductas Protectoras del Ambiente, o de
conducta pro-ecológica o de conducta pro-ambientales, Corral, V. (2001), hizo un estudio
donde describe la importancia que tiene el definir adecuadamente este término para su
mejor comprensión, por lo que antes de dar una definición, puntualizó primero algunas
características en relación al tema:
Es un producto o resultado, es decir de la preservación de los recursos naturales
o al menos la reducción del deterioro.
Es efectiva, en el sentido de ser intencional y resultado de desplegar habilidades
concretas.
Presenta un cierto nivel de complejidad, pues requiere la anticipación del resultado
de la acción, deliberación para actuar y dirección hacia una meta concreta.
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Investigación Educativa: Un Campo para la interdisciplinariedad. Red de Investigación Educativa, UANL.