RIE-UANL, ENERO-DICIEMBRE 2016, AÑO 3, NÚM.3, ISSN: 2448-6825
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tutela. En el ámbito docente, es la persona, habitualmente un educador, encargada de
orientar al alumnado de un curso o materia curricular” (Sobrado, 2008, p.91).
Si bien el tutor y la tutoría no surgen del currículo, esta sí se ha establecido como parte
de un proceso institucional que exige la participación del tutor con conocimiento pleno y
dominio de cómo opera institucionalmente cada programa académico en el cual está
adscrito el estudiante, a fin de que sea una herramienta de apoyo para identificar la
situación por la que atraviesa el estudiante a tutorar, y por otro lado el realizar su
participación efectiva de orientar y asesorar al estudiante para una mejor elección de su
plan de estudios en la trayectoria dentro de la IES.
Considerando lo anterior, como algo básico para buenos resultados con base en buenas
prácticas, Hagavick (1998) identificó rasgos comunes que nos señala personalidades de
lo que caracteriza a los buenos y malos tutores. Según la literatura, podemos dividirlos
en formativos, didácticos, interpersonales, cognitivos y éticos. Sin embargo, esta
aproximación pierde de vista el quehacer del tutor y los propósitos académicos para un
impacto que debe responder a variables sistémicas y contextuales en el orden curricular,
al hacer énfasis en el análisis de los atributos deseados de los tutores.
Para Berger y Luckmann si bien es posible afirmar que “el hombre posee una naturaleza,
es más significativo decir que el hombre construye su propia naturaleza o que el hombre
se produce a sí mismo” (Luckmann, 2001, p.69). En el caso de la educación superior,
compuesta por facultades formadoras de profesionistas en áreas de conocimiento
diversas y diferentes, es importante contextualizar y destacar cómo la educación debe
estar centrada en los actores y el de sus componentes humanos donde la pericia,
destreza disciplinar y científica son parte del quehacer pedagógico que sustenta el ¿qué
es lo que se enseña?, ¿cómo se enseña?, ¿qué aprender?, pero también el de las
relaciones funcionales que promueven la condición más humana en ¿cómo se contribuye
a la formación integral de los individuos?
La tutoría, como parte del diseño curricular, en esta investigación pretende diferenciar
primeramente cuáles son los componentes que proponen que sea funcional e
instrumental desde la institucionalidad como gestión pragmática. Y en otro orden, cómo
la tutoría conforme a diversas propuestas o escuelas de pensamiento, debe considerar
el componente “acompañamiento” y estructurar el currículo como algo que favorece la
formación integral de los estudiantes.
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Investigación Educativa: Un Campo para la interdisciplinariedad. Red de Investigación Educativa, UANL.