Revista Unadiccion Septiembre Oficial | Page 20

DETRÁS DEL BOLÍGRAFO Por Sheccid Estimados lectores deseando que sus vidas estén llenas de éxito y sueños que cumplir este mes quiero compartir algunas de mis letras, les dejo un pequeño fragmento de una pequeña novela de su servidora, además de agradecer a todos los colaboradores que hacen posible llegar a ustedes a compartirles nuestros sueños que las letras no son más que el reflejo de ellos. CARTAS DE MI MEMORIA DÍA UNO: EL COMIENZO Estuve ahí esperándote toda la tarde, los niños jugaban entre las hojas sus risas de repente desviaban mi atención y no vi pasar el tiempo, por un momento perdí la noción de todo no supe cuánto pero me quedé ahí, esperando. Comencé a recordar cuando nos conocimos; aún sentí tu olor a hierba fresca ese perfume que ha de llevarme siempre de la mano a tus recuerdos. Supe que ese día nos conoceríamos, ¿cómo? no lo preguntes, todos sentimos alguna vez que va pasar en algún momento de nuestras vidas, y ese fue el mío esa sensación de hormigas recorriendo el estómago, revoloteando todo. Ya te esperaba el universo no podía tenerme así, el que persevera alcanza y me sujete a ti como aquel pez al anzuelo sin saber a qué barco me llevarías, pero eras tú esa era la certeza. Recuerdo tu sonrisa de ángel trasportándome a otro sitio, tengo la costumbre de guardar esas cosas, pienso usarlas en mi memoria cuando este viejo, tal vez escriba algo antes de que la lucidez se apague para que la enfermera en mi lecho antes de apagarme la luz me lea, quisiera que estuvieras en ese momento y estarás ahí te llevaran mis letras como mis ojos ahora a todas partes, prometo guardar tus verdades y ocultar tus desaires, sé que te gustará diré algo así "como que te regale las cenizas de mis letras muertas para esparcirlas sobre tus flores", detrás de tu sonrisa estará la banca de este árbol, donde hemos visto deslizar esas hojas, mi mano empieza a temblarme vaya si el recordar hace que me ausente de los dolores que van pegándosele al cuerpo, mira ya van dos, te digo debo escribir memorias para no perderlas, hablaba de tu sonrisa, de la banca que recibe las hojas que caen en medio del parque, de tus ojos mirándome y encontrando los míos queriendo hacer eterno este momento.