Revista UNADiccion Septiembre 2015 | Page 6

Rompo la aldaba

de esta puerta eterna.

¡Tienes la llave!

No, no te la pido.

Pues, la vidriera

siempre vive abierta…

¡Estaré aquí! Quieta,

transitando mis días

entre letras.

Curando alegrías,

colmando tempestades,

saciando el ocio

entre cartas astrales…

¿Qué si me voy?

¿Qué si me quedo?

¡Que te puedo decir!

Nada, es eterno…

Aunque la memoria

viva de recuerdos.

Caminaré descalza

por la avenida

para que no notes

la melancolía.

¿Y las canciones?

¿Y todos los versos?

¿Y las conversaciones

entre nuestros cuerpos?

Tienes razón,

¡Santa osadía!

Ellos, vivirán

a través del tiempo.

¡En toda mi piel,

con todos sus excesos!

¡En la hendidura

de tu corazón

sediento…!

Quien hoy,

entre esta lluvia,

se torna soberbio…

Aldaba...

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