Revista UNADiccion Septiembre 2014 Revista UNADiccion Septiembre 2014 | Page 16

Admisión de urgencias en Städtisches Klinikum Wolfenbüttel gGmbH, canalizada por el médico de cabecera fui atendida por un fuerte dolor abdominal inferior lateral izquierdo. Análisis sanguíneos, ultrasonido, CT dieron como resultado el diagnóstico “Akkute SigmaDevertikulitis”. Todos los seres humanos tenemos Divertículos en el intestino grueso, únicamente que a algunos y sin saber exactamente las razones, se infectan y desafortunadamente a mí me ha tocado ya tres veces. Tratamiento a seguir: Ayuno absolutos, antibióticos, analgésicos y sales minerales vía intramuscular. A la cuarta noche de estar internada con el cuerpo adolorido, los brazos y manos azuladas a consecuencia de los fallidos intentos al colocar el catéter para pasar las soluciones no me permitía conciliar el sueño. Tal motivo me obligó a tocar el timbre de auxilio instalado en el aparato que funge como teléfono, control de radio y televisión depositado en la mesa de noche. El enfermero de guardia en ese momento, acudió inmediatamente a mi llamado y con una amable sonrisa me hace la pregunta obligatoria ¿Qué puedo hacer por usted? A lo que respondo con en baja voz y con tono de lamento, tratando de explicarle mi malestar, “tengo el cuerpo tan adolorido, me he pasado más de una hora dando vueltas de un lado para otro intentando y deseando dormir sin lograrlo, ¿sería usted tan amable de darme una tableta para tal efecto? Asintiendo con un movimiento de cabeza y una ligera sonrisa en sus labrios desaparece de mi vista tras cerrar la puerta. En cuestión de un minuto regresa con la pastilla dentro de un pequeño recipiente de plástico y un vaso de agua fresca, lo extiende hacia mi aclarando antes que debo tomarla con un pequeño trago, tan solo para lograr ingerir la pues tiene estrictas indicaciones de no permitir que tome líquidos, esto con la finalidad de proteger el intestino como lo vendría haciendo un yeso en un hueso roto y así haya una pronta recuperación, es el tratamiento a seguir en la situación en la que me encuentro. Tomo la pastilla y en un poco tiempo caigo en los brazos de Morfeo. Por lo regular mis vivencias nocturnas son muy placenteras pero hoy y bajo esta constelación, entre dolor, agotamiento, ayuno forzoso la medicación y esa pastilla para dormir colapsaron haciendo que la historia de mi sueño se convirtiera esta noche en una horrenda pesadilla. Me encuentro enclaustrada en medio de un sin fin de figuras grotescas, todas ellas danzando a mi alrededor. Algunas eran seres humanos y otras eran bestias pero todas ellas bailoteaban bajo el estruendoso sonido de tambores, nada musical ni armonioso. Los ruidos guturales que salían de los hocicos de las bestias de peluche color rosado y con sus movimientos contorsionados que se alejaban y regresaban hacia mí me causaban un inmenso pánico inmovilizándome por completo. Las indumentarias de los humanos eran de fiesta carnavalesca, algunos con máscaras horripilantes, burlonas y maléficas, les escurría baba por la comisura de los labios mostrando sus dientes careados y despidiendo un olor