Nosotros tus hijos que pariste
Aquellos que se fueron
tu tierra que lleno nuestros zapatos
tu parque que alimento nuestros pulmones
y nos dio un corazón eterno para amarte.
Nosotros los purépechas regados
tus semillas esparcidas en todos lados
aquello que se fueron sin quererlo
que la vida traiciono y los mando
pa´ otro lado.
Nosotros tierra mía
somos los que más te amamos.
Nosotros tus niños del ayer
aquello que impresionaste en tus cascadas
aquellos que comían de tus aguacates.
Nosotros hoy somos tus ausentes
los que esperas,
los que esperamos
los que nos gana el llanto cuando tu nombre
invocamos.