Revista UNADiccion Noviembre | Page 26

El mundo de los sueños El soñar despierta no cuesta nada, tan solo es dejar conscientemente volar a la imaginación con las alas de la fantasía que se encontrarán listas para crear infinidad de historias, naturalmente acompañados de personajes conocidos en ese viaje hacia un mundo maravilloso repleto de aventuras, todas ellas saturadas de metas personificando los deseos de hacerlas realidad en un determinado momento pero el soñar dormida, eso es otro cuento, allí no hay conciencia, no hay voluntad propia en la creación de historias, se viaja por un mundo en el que se mezcla la realidad y la fantasía, en donde todo puede suceder, en donde se es presente, pasado y futuro, en donde un solo actor interpreta todos los personajes del ayer, el hoy y el mañana, pasando de ser femenino a masculino, niño, adulto o anciano y al mismo tiempo encontrarse en dos o más sitios y en el que quedará siempre la duda de su final por la simple razón del despertar. El tema polémico que es digno de reclamar pruebas como caso de reencarnación "Los hijos del ayer". Esta historia real se encuentra en un libro titulado "A trav és del tiempo y de la muerte" escrito por Jenny Cockell. Existe también una película titulada "Yesterday's Children" (que fue el título original del libro cuando fue publicado en el Reino Unido), y protagonizada por Jane Seymour en el papel de Jenny, que es la reencarnación de la irlandesa Mary Sutton, fallecida en 1932. Se trata de un amor de madre que trasciende la muerte, esta historia capta la atención del auditorio de principio a fin conmoviendo las fibras más sensibles del espectador. ¿Son sueños o recuerdos? Jenny Cockell nació en Inglaterra. Era una niña solitaria, sumergida en su propio mu n d o a p a c ib le . S us d í a s e s ta ba n lle n o s d e imá g e n e s d e o t r o tiempo y espacio, sus noches colmadas de un sueño horrible, el s ue ñ o d e sa b e r la a n g u s t ia d e u n a mu je r d e s t in a d a a mo r ir a n t e s d e q ue sus h ijo s crecieran. Jenny lloraba como ella lloraba; reconocía su dolor como el suyo propio, tenía miedo por los niños y preocupación sobre cómo saldrían adelante. La ira y la injusticia pesaban más q u e c u a lq u ie r d o lo r q u e la mu e r t e c a usa r a . P o r q ue la m ue r t e lle g a ba , in e v it a b le y repetidamente, a través de esos sueños”. Jenny tiene esos sueños extraños, las imágenes que dibujaba desde su niñez la persiguieron hasta su vida de casada que parecen evocar una existencia anterior vivida a principios de siglo en un pequeño pueblo irlandés. Desde que está nuevamente embarazada, percibe con más intensidad los recuerdos de esa vida pasada, en la que se ve identificada con una mujer, madre de cuatro niños y sometida a un marido despiadado. Jenny, que nunca estuvo en Irlanda, siempre supo que “el período de tiempo transcurría desde aproximadamente 1898 hasta los años treinta – esos fueron los años en que vivió Mary. También sabía que su vida transcurrió en Irlanda. "Un día, de niña, sentí con toda seguridad que si pudiera mirar un mapa de Irlanda sabría, con certeza, dónde estaría situado el pueblo y podría compararlo con los mapas que había estado dibujando desde que fui lo suficientemente mayor para sostener un lápiz. Hice varios intentos, y cada vez volvía al mismo sitio en el mapa. El lugar se llamaba Malahide, y estaba justo al norte de Dublín”, por lo que decide viajar a ese país para seguir la pista de esa mujer. E n ju n io d e 1 98 9 f in a lm e n t e p ud o ir a v is it a r M a la h id e . S u s n o c h e s a n t e s d e p a rt ir estaban llenas de sueños. La pequeña casa había sido derribada y sólo permanecían los cimientos, cubiertos de maleza y flores silvestres. Siempre había grupos de personas con ella, observando los restos. Cuando vio Malahide, sus visiones fueron confirmadas, porque conocía el pueblo las calles conformadas tal y como las había visto una y mil veces. Se dirigió a la iglesia y vio el edificio que había dibujado cuando era niña. La carnicería aún estaba. No pudo encontrar la casa, sólo restos de un muro de piedra cubiertos de setos. Los terrenos pantanosos habían sido secados para una nueva urbanización. Después de buscar en los registros a los hijos de Mary sin obtener ningún resultado, se da cuenta que no lo lograría pues había confundido el nombre de la familia. A partir de ese momento la búsqueda tomó vida propia. Un equipo de investigación de la BBC que preparaba un documental sobre lo paranormal escuchó la historia y contribuyó con algunos detalles. U ?w&??W&?FR????FRVRf?l:?6W&6FR?66?&V6?&F&?f????"f??&??&6???;2V?V??F?VRV???V?6VF?&V6?&F#?7WGF??? 8???R6??L;2VR??2??;?2?,:??6?F???WfF?2??&f?F?2?V?66W&F?FRV?GV&?:??V?6??G,;2?2'F?F2FR&WF?6??FR6V?2??;?27WGF????Vfg&W???#2???????V???#R??6?&?7F??W ???#b??g&?6?2??#???'&?FvWB??#???V??&WF???3"???V?66R??6??&????2??f?&?W2FR??2F?2????2???&W2?6??????'??V??'???FR??V?6??F7F?V?GV&?:??V?6??G,;2V?6W'F?f?6F?FRFVgV?6?;6?FR?'?7WGF????,:??VW'F?V?V???7?F?&?GV?FFRGV&?:??V?#@?FR?7GV'&RFR?3"?6W6FRv?w&V??V????:??F??V???"???V??2??V???FV?:??'VV&V?V?VR?V6W6?F&??$??w&?"&??v?W6?%&VV?6&?6?;6?"&??26VwV?F?&W2FRW7F7&VV?6??f????V?FR%7V\;?2 ???#??W??66?V?P??