La mañana continúa mientras todos se divierten, en sus mesas hay regalos; champú libros y bufandas. Muy emocionados, los guardan para llevarlos a sus casas. La fundación “Con la esperanza de lograrlo” ha dado la oportunidad a miles de viejitos para mantenerse activos, seguir socializando y sobre todo, aprender mucho en un ambiente de lo más amable. Tal es el caso de Susana Dámaso Hernández de 65 años:
“Yo tengo una estética, desde los 15 años empecé a estudiar para estilista en mi natal Veracruz, luego me vine a la Ciudad de México y me metí a estudiar para maestra. Tengo dos años siendo parte de la fundación, porque una amiga me invitó a un desayuno. Los adultos mayores estamos muy abandonados, nos faltan actividades, paseos, dinámicas y convivencias. El gobierno nada más nos hace tontos, nos van ver cuando buscan nuestros voto, es entonces cuando se toman la foto con nosotros y después de eso, no los vuelves a ver. No nos dan nada. Por eso fundaciones como la de Rosy son tan importantes. Realmente se preocupan por nosotros, es muy bonito encontrar a alguien que te apoye en un mundo tan cruel como éste. Nos apoya, desde darnos medicinas, hasta daros chance de hacer amigas y tener con quién platicar. Se va a ir al cielo con todo y zapatos”.
Comienza la rifa de más regalos, la gente está extasiada. Dos viejitas comienzan a bailar, la gente les aplaude, se emociona con ellas. El grupo alarga la canción, para mantener ese espectáculo. No hay más que felicidad en el lugar. Se contagia. Otra señora se levanta a bailar, cuando regresa, Guadalupe Flores sólo puede decir:
“Pocas personas hacen eventos tan buenos como Rosy”.
Pero no sólo se queda en la diversión, la clínica Sala 1, en apoyo a la fundación “Con la esperanza de lograrlo” regaló 100 operaciones para cataratas completamente gratuitas, como lo relata el médico Sebastián Rodríguez:
“Somos una empresa que se dedica a proveer servicios de oftalmología a bajo costo. La fundación nos buscó para ayudar a las personas que necesitan operaciones. En México existen muchas personas con debilidad visual por diversas razones, hemos operado a más de 8,000 personas completamente gratis, que de otra manera, no hubieran podido recuperar la vista”
Sin duda, este es un proyecto de lo más interesante. Es la prueba de que cuando se quiere se puede. Sin necesidad del apoyo de algún partido político, de alguna figura de renombre, Rosa María Guilbert Ruíz, ha creado una asociación que apoya a los más desprotegidos. Poniendo incluso capital propio, ha logrado ayudar a miles de personas. En este caso, los adultos mayores.
Es indescriptible la felicidad que les produce a los viejitos presentes tener quién vea por ellos. En muchas ocasiones, sus familiares, incluso sus propios hijos los abandonan. No los visitan, no los apoyan económicamente. Se quedan en la peor de las situaciones, completamente desvalidos.
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