¿Es siempre la vida un eterno espiral?
Después de tanto subir y bajar
Unos y otros terminamos igual
¿Qué hacer? ¿Cómo puede parar?
Socarrona se ríe al mirarnos pasar
En arduas batallas inmersos estamos
Nos llena de baches en nuestro andar
Mozos y viejos, en su torno giramos.
La llaman desgracia, terrible vorágine
Silente asesina, rutina malvada
Ataca en sorpresa, no porta un afiche
Es “monotonía” blandiendo su espada.
Trágico descuido de la persona amada
Se olvidan los sueños se funden en celos
Se ensalzan defectos, se busca revancha
Aquello tan bello se pierde a lo lejos.
Solo entonces se vuelve la mirada
Espantan los actos de tanta inconsciencia
--¿Por qué no escuchaste? ¡Tú eras mi
amada!-Reclama el tunante alegando inocencia.
Los dos son culpables, cualquiera diría
El amor o se cuida o seguro se lapida
Cultivemos la dicha brindándonos cada día
El hombre atento, la dama comprensiva.
Por: Víctor Hugo Gutiérrez