El miedo te invadió y te
llevó a cometer errores.
Y ahora, estás en lo
correcto, esta es un
carta de reclamo,
porque los ¡te extraño! y
los ¡te amo! se han
cansado de buscarte sin
tener respuesta y ya no
me queda cariño que
pueda ofrecerte, todo lo
has matado, fueron
tantos intentos por
salvarlo y todo ahora
está arruinado.
Porque ya se fue tu niña
de la sonrisa infinita, se
cansó de esperar a ese
que se decía ser su
protector eterno, porque
le dio la espalda y la
llenó de miedo.
Porque no ves más vida
en mis ojos, ni veo yo
más consuelo en tus
brazos.
Así que hoy te digo
adiós, a ti y a la estúpida
esperanza de volver a
verte, te digo adiós y
miro al mundo de frente.
Midzuiro