Revista UNADiccion Noviembre 2014 | Page 16

Cartas perdidas Llegas y como siempre llenas este vacío de confusión con frases inciertas… ¿Qué diablos quieres? ¿qué es lo que buscas? ¿Por qué has de despreciarme? ¿cuál ha sido esa culpa imperdonable? ¿cuál esa traición indudable? Es que no lo entiendo… He callado tanto por no seguir peleando y preguntas, qué podría reclamarte yo a ti que no fuese cierto, qué excusas podrías poner que no fueran absurdas. Tu vacío era inmenso y salté en él, y te encontré en un rincón, sentado y perdido, y me senté contigo hasta que tuviste fuerza y pudiste levantarte, tomé tu mano hasta que logré sacarte de tanta soledad. Todo fue tan repentino y sin pensarlo, te quise sin que me lo pidieras, te ayudé aunque no lo quisieras y además de todo, entré en tu infierno para intentar salvarte…. Y ahora, qué has de reclamarme. ¿Y mi vacío? Ese te pareció demasiado inmenso como un abismo para siquiera asomarte a él….