Revista UNADiccion Mayo 2014 | Page 19

Obras extraordinarias, de aquello vil y ruin, tesoros de gran valor y estima. Ella esta vestida de humildad y sencillez, su cuello está atado de verdad y justicia, sobre su cabeza lleva una corona de sabiduría, en su corazón lleva tatuado el amor hacia su prójimo. Disfruta hablar palabras llenas de grandes tesoros, que dejan marcados a los que la oyen, sus oídos se prestan a escuchar lo que el corazón grita de los suyos, goza dirigir con amor hacia la verdad, sabe perdonar y dejar olvidado aquello que no vale para ella. Reconoce el trabajo que hace de vez en vez y ve que no ha sido en vano, ama recibir aquellas caricias llenas de gratitud y amor. Aquellos que la ama y disfrutan de ella a diario la alaban. Todas desearían ser igual a ella, pero ella sobre pasada a todas las que la rodean. Algunas se confían de la banalidad y hermosura, aquella que en el recorrer del día a día se desgasta y se acaba, pero aquella que conoce la llave y el secreto de ser grandiosa en lo interior ella se hace grandiosa. Aquella que sabe que la gracia y la belleza están en su Creador se hace hermosa desde su interior. Todos los que las rodeamos deberíamos de gozar de su amor y compañía, recibir de su sabiduría. Reconocer su fuerzo y el fruto de sus manos, aquellas que aún nos falta recorrer mucho y llegar a ser como ellas, deberíamos anhelar ser como ellas. Aquellos que aun gozamos de esas grandes mujeres deberíamos de valorarlo, aquellos que ya no las tienen deberíamos de respetar aquellas que aun existen. Ellas son el reflejo aquí en la tierra del corazón de Dios. ¡FELIZ DÍA MAMÁ! Atte. Marthy Trejo