Revista UNADiccion Mayo 2014 | Page 10

Detrás del Bolígrafo Por Sheccid Nuestras locuras eran desiguales, pero al fin locuras la demencia de él era más selectiva, Cree siempre en la magia que provocan las ondas sonoras auditivas (Música lo oí llamarla alguna vez) la mía consistía en dejar caer todo el mar de solo golpe, agua y sal sobre mis ojos. Sus gritos no eran más que silencios escondidos en melodías que solo los locos como el reconocían; los míos eran en soledad entre letras con o sin dueño pero con intensidad, a veces de él, a veces el mismo las dejaba huérfanas pues no pasaba a reclamar su propiedad, y otras tantas veces era yo quien las hacía solo mías que no quería que nadie las tocara. Nuestros encuentros en momentos de locura total eran intensos, choques que cambiaban las leyes cósmicas del universo lagrimas convertidas en carbono. Pero hubo algo que siempre nos salvó nos amábamos tan locamente que la locura no permitió darnos cuenta del par de locos que éramos, y que los dos podríamos sobrevivir uno sin el otro siempre creímos que juntos éramos mil veces mejor. sheccid