Revista UNADiccion Marzo | Page 38

En la mayoría de las ocasiones no somos conscientes de la fuerza que tenemos como grupo, como organización o comunidad. Desafortunadamente, la mayoría de los mexicanos tendemos a ser individualistas y a buscar solo el beneficio propio lo cual se ve reflejado en la cultura popular en frases como “mientras que coman mis dientes, que me importan mis parientes”, sin embargo, esto no necesariamente tiene que ser así.

Vivo en una comunidad rural del Estado de Aguascalientes, un ranchito pegado a la sierra, a 15 minutos de la cabecera municipal. En las escuelas públicas el nivel educativo es bueno y los niños generalmente hacen un buen papel en pruebas como la enlace. En esta zona, la escuela tiende a ser el centro de muchas de las actividades comunales, y eventos como los festivales escolares invitan a la participación de toda la gente.

A principios de año llegó a la escuela primaria un director nuevo, un maestro con muchas ganas de trabajar, que de inmediato abrió la escuela por las tardes a actividades culturales y deportivas extracurriculares. Sin embargo, el gusto no nos duró mucho porque por disposición del Instituto de Educación nos cambiaron de director por una persona poco tolerante, grosera y agresiva.

En un principio, la comunidad tomó el cambio como algo “normal” dado que siempre se habían acatado las disposiciones del Estado. Sin embargo, el nuevo Director en vez de unir, dividía, todos los actividades extracurriculares desaparecieron, los maestros tenían temor de represalias y, ante este nuevo escenario, los padres de familia empezaron a reaccionar y a protestar, porque queríamos recuperar lo que se había ganado, por ello nos organizamos, mandamos oficios al gobernador, a diputados locales, hicimos una huelga de no mandar los niños a clases y, logramos lo que nunca se había hecho, cambiamos al Director.

La comunidad se ha empoderado y ahora se buscan mecanismos para aprovechar esta unión y canalizarla en exigencias de mejores servicios públicos, más seguridad, empleo e infraestructura para el desarrollo de los jóvenes. Ahora mi rancho es ejemplo para otros de la región que también están en contra de la política educativa de quitar maestros y reducir grupos. Moraleja: La Unión si hace la fuerza y tenemos mucho peso si nos organizamos y trabajamos de manera coordinada, tenemos la opción de empoderarnos como sociedad civil para pugnar por el cambio que nuestra sociedad necesita.

EMPODERAMIENTO

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