Sin embargo el solo recuerdo a veces no basta, te busco, te siento alejada, son pocas las veces que tengo la dicha de una palabra, de un pensamiento, de un aliento, de una caricia, si caricia, eso es para mi cada una de tus palabras, cada risa tuya; disfruto tu ser tan limpio tan puro.
¡Puro! pues eres tú sin tapujos, sin falsas caretas sin esconder lo que piensas, ¡que sepa el mundo que tu eres mi amiga!… mi querida numen.
La alegría que me das y que tanto desborda me lleva a la línea, donde nada retorna, eso no me asusta, ya antes he estado, locura maldita es ella la que me abandona, me vuelve a este mundo, al que rige quien porta corona, recuerdo el hastío que en mis mocedades sentía, de aquella realidad devoradora, sangrienta y fría, queda el recuerdo y una pequeña herida, ya está cerrada, curada y olvidada, esto es solo el recuento de las batallas libradas, en toda conquista se deja el aliento y algunas bajas se sufren pero la recompensa al final paga los tortuosos pasajes, así mismo un corazón, por las buenas conquistado da gran dicha a quien haya sido tan osado, pretendo tus besos, tus suaves caricias, pero antes de eso te quiero decidida, que sepas quien soy con todo y mis manchas que conozcas mis buenas y mis grandes malas, si en ese momento decides no apostar, entenderé y de tu camino mi huella desaparecerá.
Solo recuerda que este cascajo sirve de resguardo a múltiples seres, inútil será pedir convivencia, lo más cuerdo es quitarme hasta el último fragmento, renovarme y rehacerme tan nuevo y completo, que sea lo que sea, mí mejor "soy" germine
Por: Víctor Hugo Gutiérrez Macías
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