Revista UNADiccion Julio 2015 | Page 11

Anteriormente les hable del cibersexo y/o sexting debido al gran impulso que ha tomado por el desarrollo de la tecnología ahora toca el turno a las relaciones amorosas virtuales que están ligadas a esta práctica.

“El término ciberespacio fue acuñado por el escritor de ciencia-ficción William Gibson en su novela Neuromancer [1984], quien lo definió como una alucinación consensual. El término luego fue aplicado al “ámbito”, “medio” o espacio generado por software en la computadora, que produce una experiencia de realidad virtual. La realidad virtual es una experiencia multisensorial mediada por la computadora, diseñada para engañar nuestros sentidos y convencernos de que estamos “en otro mundo”. […] En términos más generales, el ciberespacio es ese “espacio inmaterial” en la línea telefónica entre quien se comunica y las cosas on-line, el paisaje artificial o internet o Compuserve, redes que conectan a millones de usuarios a lo largo y ancho del mundo, donde uno puede moverse, “bajar información”, hablar con otros usuarios, asistir a foros de debate, comprar, hacer reservas de vuelo y hotel.” (Appignanesi y Garratt, 1995).

En ese mundo existe una gran población que usa la red para mantenerse informado, cursar alguna especialidad en línea (como nosotros alumnos de UNADM), asociarse con otros, pertenecer a un grupo, hacer amistades, y/o establecer relaciones de pareja, esto último porque es más fácil convivir a través de un monitor con otras personas, estudiosos del tema consideran que solo las personas antisociales, individualistas o inadaptados quienes incapaces de establecerlas en la vida diaria real la utilizan como medio para este fin. El anonimato permite un contacto más sencillo con desconocidos para poder intercambiar sentimientos y vivencias tratando de esta manera cubrir necesidades afectivas y sociales.

El enamoramiento virtual es lo de hoy a pesar de ser peligroso puesto que fomenta la idealización de la pareja, mostrarse ante otros como no eres es sencillo porque la red no proporciona un estímulo que te regrese a la realidad por el contrario exalta lo positivo y oculta lo negativo que la persona posee, se recomienda tomar precauciones al proporcionar datos personales, fotografías y videos pues no se sabe con certeza en manos de quien pueden caer, quién está de verdad detrás de la pantalla. Cuando estas relaciones cibernéticas se materializan en el mundo real la mayoría no sobrevive ni a la primera cita ya que se enfrentan con eso, con la realidad y resulta que el otro no es lo que se creía.

¿Te ha pasado?

Internet es una herramienta de información y comunicación que acerca a los que están lejos y mal utilizado aleja a los que están cerca, puede ser el trampolín para encontrar a la media naranja pero no para llegar al amor verdadero sin embargo hay casos de amor genuino, positivo e intenso que inician de esta forma pero para afianzarlos se necesita de la caricia, del beso, es decir, del contacto físico y de un vínculo más íntimo que no se puede obtener a través de la red.

Relaciones amorosas virtuales

Por: Tere Mancera

La pasión convertida en tinta

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