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AMÉRICA CAMPEÓN Y EL MEJOR DE
LA HISTORIA DE LA LIGA MX
La bandera del América ondea en lo más alto del balompié mexicano
con su estrella número 12 bordada al lado de su escudo. En partido en
el que impuso su jerarquía, inspirado por el espíritu del Estadio Azteca,
pasó como aplanadora sobre unos Tigres 3-0 (global 3-1) que,
frustrados, acabaron con ocho hombres por las expulsiones de Darío
Burbano, Damián Álvarez y Nahuel Guzmán.
Mohamed mandó el primer mensaje desde el momento que envió su
alineación. Consciente de que Ricardo Ferretti tejería una maraña en su
parte baja, determinó poblar su zona ofensiva con sus hombres de más
picardía y explosividad, con el fin de jugar la mayor parte del tiempo en
el área rival. También lo hizo para tomar el control del balón. Con eso le
pegó al Tuca en su parte blanda. Rubens Sambueza, Michael Arroyo y
Martín Zúñiga tomaron los lugares de Osvaldo Martínez, Luis Ángel
Mendoza y Luis Gabriel Rey.
Los futbolistas del América buscaron por todos lados de la cancha, se
combinaron por los costados y por el centro con un resultado óptimo,
aunque para lograrlo debieron mantener siempre la cabeza fría, porque
siempre es difícil encontrar un hueco por dónde taladrar a los equipos
de Ferretti. En el minuto 33, con pura velocidad, el ecuatoriano
aprovechó una mala salida de los Tigres y se sacudió la marca de dos
defensores para enfilarse al área y, cuando vio encarrerarse a Nahuel
Guzmán, sacó un riflazo potente que meció las redes.
Tuca Ferretti nunca supo cómo reaccionar ante la desventaja, ya que
no es una situación a la que esté acostumbrado. Dejó que su equipo
fuera atropellado sin poder calmar los ánimos de sus jugadores que
perdieron la dignidad cuando vieron caer el segundo tanto del América,
en el minuto 51, gracias a un cabezazo de Pablo Aguilar. Cayó primero
Darío Burbano, después Damián Álvarez y, por último, Nahuel Guzmán
ante la incredulidad de los presentes. Cuando Oribe Peralta anotó el
tercero para las Águilas ya no había resistencia de parte de los ocho
futbolistas que quedaban del equipo de la UANL.
Y así, tras el silbatazo, Antonio Mohamed corrió por el campo para
disfrutar el momento. Ninguneado por la gente de pantalón largo de
Coapa en días recientes, el Turco lloró de felicidad porque logró superar
las barreras que encontró. El Azteca, sus jugadores, sus directivos y su
institución al final le agradecerán por siempre lo que hizo. El título 12, el
de la supremacía en el futbol mexicano, llevará su nombre y apellido.
Esta fue la final en imágenes, los tres
goles representados por estas bellas
estampas y cerramos con la alegría de
Miguel Layún capitán del América con las
medallas y la copa de la Liga MX ya en
sus manos que los acreditan como los
campeones.