Revista UNADiccion Enero 2015 | Page 20

Queridos lectores, las fiestas decembrinas culminan felizmente con la epifanía dejando un espacio para un nuevo artículo. Las secuencia de las imágenes que aparecen frente a mí noche tras noche seguramente que son fragmentos de la vida real mezclados con deseos consientes que poco a poco han dado forma a las historias que les he venido relatando a lo largo de un año y que se han publicado en el apartado “El mundo de mis sueños” aquí en su revista UNADiccion, donde no eres un fan, eres adicto. En esta ocasión el relato se desarrolla entre el envío de la carta tradicional con la petición de regalos a los “Reyes Magos” y su llegada en una madrugada del 5 de enero como remembranza de una bella época de mi niñez en la que la curiosidad, ilusión e ingenuidad infantil me mantuvo inquieta durante la prolongada espera de la llegada de estos personajes a nuestro hogar. Carta a los Reyes Magos Queridos Reyes Magos: Espero que se encuentren bien de salud. Les comunico que me porté muy bien durante todo el año, fui una niña obediente, aplicada y calladita. Así es que, creo, que me deben traer una muñeca Elizabeth, rubia de pelo largo con ojos azules pero que se abran y cierren, debe ser de carne, no quiero de plástico duro, vestida a “Gogó”, la falda a media cadera de cuadros rojos con negro, blusa blanca con encaje en las mangas y el cuello, un cinturón dorado, blúmer con encajes, calcetas y zapatitos blancos. Ah! Y si no es mucho pedir quisiera que me trajeran también un poco de dinero para comprarme una tablilla de chocolate “presidente”. Sin más por el momento les mando mi agradecimiento y les deseo un buen viaje para que todos los niños del mundo reciban sus regalos a buen tiempo. Atte. La niña más buena de la familia. LLSA. P.D. En mi buro hay un vaso de agua de limón por si tienen sed y unas tortas de jamón con queso, jitomate, aguacate y chiles en vinagre para que no pasen hambre. “Mi hijita, bolea tus zapatitos antes de irte a dormir, recuerda que esta noche llegarán los Santos Reyes Magos bendiciendo nuestro hogar trayendo los juguetes que les pediste en tu cartita, segura estoy que si no ven que están limpios, pasarán de largo y tus regalos se los darán a algún niño pobre que no tiene zapatos.” Eso me dijo mi madre en esa interminable noche de espera.