Tu piel y yo.
Capitulo:
La historia de Martha
Aprovechando que después de las festividades renace la semilla de la fe, quiero contarles esta historia de
amor en la que estuvo (para los creyentes) involucrado Dios.
Martha conoció en los años 70 a Carlos, un hombre muy propio, educado, no tomaba, no fumaba, era
tierno, respetuoso y estudiado. El hombre soñado para Martha y aunque en la plática que tuvimos aseveró
que ella se dio el tiempo suficiente para conocer a ese hombre (dos años de noviazgo aproximadamente),
ella misma se refirió al dicho “si quieres conocer a Andrés vive con él un mes”, porque en realidad esos dos
años no bastaron para conocerlo.
Ya casados, este hombre casi inmediatamente se transformó en un hombre inseguro, grosero,
perfeccionista, patán y podría echarme dos cuartillas de insultos hacia él, lo único que le faltó hacerle a
Martha era golpearla. Diario la insultaba diciéndole que era una pésima madre, que cocinaba horrible, que
todo le salía mal y por más que Martha se esforzara, a los ojos de Carlos todo lo hacía mal, es más, me
contó que le dejaba de hablar constantemente pero ella nunca sabía porque lo hacía, el tiempo más largo
que dejó de hablarle fueron 8 meses, dice que fue tanta su desesperación que le pidió perdón y Carlos le
dijo – ¿de qué te perdonó Martha?- a lo que ella le contestó – de lo que sea pero ya perdóname – él solo
río. Tiempo después por accidente abrió una lib &WFVRV