Revista UNADiccion Diciembre 2014 | Page 54

Feliz Navidad?...Jo Jo Jo Por: Jorge Alberto Toscano Torres. [email protected] Sociedad Mexicana reorganizarse Urgente Empieza el último mes del año: diciembre, empiezan una serie de celebraciones, de festejos, regalos, fiestas, reflexiones, propósitos nuevos, nuevos sueños, nuevas ilusiones, recuento de lo que se hizo, lo que no se hizo y lo que se piensa hacer. Son días en los que pensamos todo lo vivido en el transcurso del año y lo que queremos mejorar y/o alcanzar para el próximo año que viene. Y justo en este punto se encuentra un servidor, analizando una serie de situaciones personales y situaciones que aquejan a nuestra sociedad mexicana; justo en este punto en el que un servidor atraviesa por una crisis de salud y es ahí donde me detengo: el siete de noviembre del año en curso tuve un fuerte dolor por inflamación del nervio ciático que me dejo paralizado, casi inmóvil, casi imposible de caminar, dolor tanto de pie, como sentado o acostado; un dolor que hace llorar de la desesperación y la impotencia de no poder aminorarlo con un sencillo naproxeno o diclofenaco, impotencia de no poder caminar. Ese día fue a consultar al glorioso IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social), el mismo que nos ofrece un servicio de salud y que subsiste gracias a impuestos que pagamos quincena tras quincenas, aportaciones que para nada son voluntarias ni mucho menos insignificantes, y que cualquiera pensaría que con tales descuentos se recibe una atención de primer mundo, pero la realidad es otra. Alrededor de las 10 de la mañana mi esposa habló por teléfono para concertar una cita, para empezar, se tardaron en contestarle, una vez que le contestaron le dijeron que podían agendar la cita para después de un mes o bien que fuera directamente al consultorio Correspondiente antes de las 12 de la tarde (ya que tengo horario vespertino) y que dependiendo de los citados me podrían atender ese día. Para no hacerles el cuento largo, fui antes de las 12 pm deje mi tarjeta con la asistente, me atendieron a las 4 pm, para esto la señorita asistente se la pasaba platicando con sus amigas, insensible totalmente al dolor y situación de cada uno de los que estábamos ahí, reflejándose esto que les digo en el trato hacia uno, totalmente prepotente, como si nos estuviera haciendo un favor, como si no tuviéramos derecho a enfermarnos y mucho menos a recibir un servicio de salud digno.