Sobre caricaturas…
Para los que vivimos dentro de la llamada cultura
occidental el ver caricaturas o dibujos animados es
algo normal ya que crecimos con ellas. Cuando
niños, al llegar de la escuela esperábamos con
ansiedad a personajes como Mickey mouse, Goofy
o a Bugs Bunny y al Pato Lucas; personajes como
Superman y Batman o los 4 fantásticos nos
invitaban a volar, acabar con los malos y llegar a
otros mundos, sin embargo, al crecer llegó la
adolescencia y con ello la mayoría de nosotros nos
compenetramos del mundo real y dejamos de
lado muchas de las cosas que motivaron nuestra
imaginación.
Pero, ¿porque dejamos de ver caricaturas?
¿Dejaron de gustarnos? ¿Perdimos el interés en
ellas? O será que no tenemos tiempo.
Posiblemente como adultos no hay cabida para
verlas y solo podemos ocuparnos de cosas más
graves y mundanas. Si bien las caricaturas han
cambiado radicalmente en los últimos años y en
muchas de ellas existe violencia de manera
implícita, la variedad de títulos permite encontrar
series dirigidas a diferentes segmentos de la
población, desde los clásicos títulos de Disney
hasta series animadas como los Simpson que están
dirigidas a un público adulto; no obstante lo
anterior, como padres o tutores de algún menor es
recomendable tratar de compartir algunos de los
programas que los niños ven en la televisión para
conocer quiénes son sus héroes o sus compañeros
de juegos, el interesarnos en sus cosas y disfrutarlas
junto con ellos permitirá un mayor acercamiento
con nuestra familia y fortalecerá los lazos existente.
Posiblemente no tengamos ni idea de quién es
Phineas y Ferb o cual es la relación entre Donald y
Daysi, o estemos en contra de los patrones de
conducta que subliminalmente se nos invita a
seguir, sin embargo, el disfrutar algunos momentos
de descanso en familia viendo caricaturas
permitirá disfrutar al niño que llevamos adentro y
será un gran regalo para nuestros hijos y para
nosotros mismos.
Por: Rodrigo Olivares