Hay días en los que creo estar bien y tener el control, pero de
pronto en cuestión de segundos como hoy, llego a sentirme vacía y
comprendo que así son mis emociones, simplemente hoy quiero saber de
ti, pero pasará, debe pasar, no puedo seguir así, maquillaré todo con
grandes y lindas sonrisas para poder continuar porque el detenerme a
pensar en todo me envuelve en una ola de penumbras y desequilibrio
emocional, debo retomar los sueños y volver al sendero de todo lo que me
motiva en esta vida, eso es lo único que me mantiene de pie, es por ello
que aún sigo entre libros, salones y multitudes, son mis sueños los que
me dicen que aún no todo está perdido.
Me pregunto porque escribir esto,
me detengo y miro el papel
manchado de tinta y todo pierde
sentido ¿Para qué escribir? ¿para
quién? Para que si el sentimiento
se gasta en cada oración y me
quiebro en letras y todo lo que me
queda de alma se convierte en
palabras sin sentido, sin orden ni
coherencia. Y me miro, y la tinta
se corre con mis lágrimas, ¿Para
qué escribir? ¿para quién? ¿con
qué objeto? ¿con qué corazón
redacto? ¿con qué emoción me
plasmo?
Para que escribir si solo terminan
siendo cartas perdidas…