estrictamente prohibido entre los practicantes del BDSM consumir alcohol, cigarro,
drogas y/o medicamentos salvo prescripción médica en pro de la salud. No se nos
permite sesionar sino se goza de mente y cuerpo sanos.
El am@ es un seductor inigualable, logra establecer con su sumis@ una conexión
física y emocional tan fuerte que el sexo pasa a segundo término y que, al
consumarlo, representa la entrega total.
Hace años estábamos dispersos en clanes y reconocíamos jerarquías, nos
buscábamos entre nosotros, hacíamos alianzas y éramos celosos de nuestros
conocimientos, aun así los compartíamos de buena manera entre los nuestros, no
buscábamos adeptos o invitados nuestra intención era reencontrarnos y hacer una
comunidad.
Los vainilla sabían de nuestra existencia, y nos veían con miedo y a la vez, con
fascinación, algunos querían entrar a nuestro mundo pero no se los permitíamos si
no veíamos el potencial en ellos, incluso los disuadíamos con relatos espeluznantes.
Hoy en día la magia de este arte está en decadencia, la información está tan a la
mano que se ha tergiversado, cualquiera tiene una opinión generalmente
equivoca, es curioso ver neófitos dando consejos aun sin experiencia, sin haber
sesionado una sola vez.
Nuestro mundo se llenó de vainillas queriendo salir de la monotonía en la alcoba,
modelitos rechazadas que ven en el Fetish su oportunidad de brillar a través de un
medio y posan atadas o sometidas sin tener idea de lo que es la verdadera
dominación y sumisión. Como en cualquier práctica existen niveles todo depende
de las capacidades e intereses de cada uno.
Con lo anterior solo pretendo describir lo que a mí me tocó vivir antes de que el
BDSM fuera tan abierto y accesible al público. De manera muy personal yo prefiero
seguir la vieja escuela, sus preceptos, sus reglas, su ideología y no el circo que
puede apreciarse en algunos lugares.
De vez en cuando me doy el placer de tomar un té con los míos, hablar de
anfitriones e invitados y sorprendernos con nuestras hazañas.
El BDSM es el arte de los fuertes de mente y espíritu.
Con la colaboración de Kal Darkfolk