Revista UNADiccion Diciembre 2014 | Page 26

Pasionarte La pasión convertida en tinta. Por: Tere Mancera Hace poco me preguntaron cuál era mi visión del BDSM, a lo cual respondí: un arte sexual con estructuras y posiciones bien definidas. Yo lo conocí hace muchos años cuando de verdad era Tabú (no como ahora), los que estábamos interesados en el debíamos investigar a fondo, como siguiendo una voz en nuestra interior que nos inducia a sumergirnos en las profundidades de una cloaca misteriosa, se tenían que leer libros en bibliotecas los cuales eran muy difíciles de conseguir, sus títulos eran transmitidos de voz en voz. Algunos tuvimos la suerte de contar con mentores, los cuales, aceptaban adeptos con potencial, su fin no era buscar sesiones sino compartir sus conocimientos, dedicaban especial cuidado en elegir a sus discípulos quienes aprendían con interés sus enseñanzas. Grandes maestros quienes a menudo viajaban al extranjero trayendo conocimientos exóticos de dicho arte. En esas épocas un amo se fijaba una meta, una sumisa que llenara sus expectativas, el amo era el "anfitrión" termino que me enseño alguien con gran conciencia de las viejas tradiciones. El Anfitrión (amo) llevaba al Invitado (sumis@) a su mundo, a su casa, el anfitrión era el encargado de enseñarle las reglas, métodos de comportamiento, las técnicas, los castigos, el SSC. El invitado confiaba plenamente en el anfitrión y este se comprometía a cuidar y moldear su cuerpo, su mente con responsabilidad, se rigen, aún lo hacen, por un contrato (una serie de reglas y acuerdos que dan la pauta a su relación). Una regla básica e inquebrantable era y lo sigue siendo el MANTENERSE SOBRIO, se encuentra