No obstante lo anterior, generalmente por
cuestiones de calidad y humanidad el
técnico busca que el sacrificio sea de
manera humanitaria para evitar el estrés
del animal y esto afecte la calidad de
nuestro producto.
Si bien la polémica se ha generado en
torno a los circos, si somos congruentes,
esto debería de extenderse a los
zoológicos, corridas de toros, peleas de
gallos y de perros, carreras de caballos,
jaripeos, charreadas, el uso de equinos en
la recolección de basura en los municipios
conurbados del Estado de México, las
condiciones en las que se encuentran las
perreras municipales, los antirrábicos,
laboratorios donde se usan animales para
prueba tanto de cosméticos como de
medicamentos, el tráfico ilegal de fauna y
flora exótica en algunos mercados de la
Ciudad de México (como era el caso del
mercado Sonora), entre otros muchos
aspectos.
¿Hasta dónde llega la crueldad y el
maltrato animal y hasta donde se debe
evitar?
Esperemos que la legislación atienda todas
estas situaciones y no sea solo un mero
circo electoral para distraer la atención
pública de problemas más graves que
tenemos en el país.
Por: Rodrigo Olivares