Eres la iridiscencia en tono azul que a mi vida faltaba,
La serendipia perfecta para éste instante de nebulosa
El tiempo se detiene en tus ojos, maravillosos, eternos
Que me revelan epifanías en cada parpadeo.
Hubo universos, intentos de satisfacción que
Al llegar el alba explotaban en miles de partículas
De polvo negro, pero contigo nada es efímero
Y se prologa el tiempo haciéndolo exquisitamente eterno.
Cuando tu piel envuelve mi cuerpo me siento inmarcesible,
Tus manos tomando las mías cuenta historias infinitas
De amores eternos y constantes caricias que tan solo
Deambulan soñantes dentro de nuestro universo.
Hemos creado la estrella inefable que convierte
Todo sueño real, el ser de exquisita similitud a ti,
A mí, que nos acerca al cielo y demuestra
que nuestro amor existe. [Y es perpetuo]
Por: Liz Arzola
Encuentro de poetas
9