Travesías didácticas Nº 29 • Diciembre 2018 | Page 17
La lectura es una actividad que viene implícita en nuestro hacer cotidiano: saber leer los
ingredientes de cualquier receta, los precios de las cosas, los anuncios, comprender contratos
o facturas, etc… La lectura como práctica social nos rodea y es algo que los niños nos ven
hacer como usuarios competentes. Hoy la lectura ha dado un paso al frente y se ha mezclado
con la tecnología, dando lugar a la lectura digital.
La sociedad hace tiempo empezó a cambiar y los hábitos de nuestros pequeños también lo
hacen, es algo que no se puede negar. Los niños actuales “leen en digital”, aunque no tengan
mucha conciencia sobre ello. Están inmersos en la cultura digital, donde para realizar cualquier
actividad deben buscar por internet, o solicitan escuchar música con otros aparatos que no
sólo están destinados a ello, buscan videos o tutoriales de los personajes o referentes
favoritos, están actualizados en aplicaciones y saben usar un teléfono móvil mejor que los
adultos.
Pero ante esto muchos se preguntan: ¿Qué diferencias hay entre una lectura en papel y una
lectura digital?, ¿Se puede hacer una lectura profunda y un aprendizaje activo, o eso sólo es
posible con la lectura en papel?, ¿Cómo afecta a nuestro ritmo de lectura y de comprensión
lectora la lectura digital?
Un aspecto a tener atención en la lectura digital es que es el lector adopta un formato diferente
por lo que el soporte aporta. La gran cantidad de posibilidades que ofrecen los aparatos
digitales hacen que lectura no sea un acto único como lo es la lectura en papel. Es muy común
no realizar una lectura continua y que las interrupciones en el acto de leer sean más
frecuentes, ya que con un juego, o una nueva app, etc. pueden variar su hacer entrando y
saliendo de las lecturas.
Pero si de lo que se trata es que el niño lea y encuentre el gusto por leer, las nuevas
tecnologías nos ayudan a incentivar este ejercicio, ya que muchos niños se encuentran muy
motivados ante esos formatos y esto es claramente un punto a favor como recurso para atraer
lectores. Lo que está claro es que leer es clave para aprender y que a través de estos entornos
pueden acceder directamente a contenidos como vídeos, imágenes, enlaces, etc… que
aportan información sobre lo que se está leyendo. Es aquí donde se muestra el papel
fundamental del docente para guiar y acompañar estas lecturas y recorridos digitales, como
mediador entre la literatura y los niños, en el marco de la alfabetización hacia la construcción
de hábitos lectores en la sala y las prácticas sociales de lectura en contexto digital.
Estamos ante un paradigma cultural y comunicacional actual que permite acceder al
conocimiento e informarse en el mundo virtual, interaccionar con otros, comunicar sus propias
ideas y circular en un mundo analógico. Es aquí donde aparecen las bibliotecas digitales,
organizaciones donde su acervo está conformado por documentos a fin de preservar recursos,
materiales, hipertextos, plataformas (software, hardware), programas, etc. en formato
electrónico.
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