Travesías didácticas Nº 28 • Septiembre 2018 | Page 21

Con qué tiempos, espacios y dispositivos contamos para poder “traducir una parte en la otra parte” 5 , llevarlos al plano de lo “pedagógico” …. ¿será arte? Dirigir. Conducir. Gestionar: términos que conllevan significados ligados a diferentes períodos y concepciones del ejercicio del “poder”, en un camino entre “yo tengo el poder” porque tomé un cargo directivo al “poder hacer con otrxs” como gobierno de lo escolar. En las escuelas trabajamos, enseñamos, aprendemos, amamos, disfrutamos, nos emocionamos, celebramos, pero también sufrimos. Y el sufrimiento obtura el pensamiento e inhabilita la acción. Podríamos no vivir el cargo como una carga pensándonos en función junto al equipo docente, conformando equipos de trabajo sólidos con un discurso pedagógico que se exprese en el hacer cotidiano, ejercitar la reflexión –como proceso ético y político- que habilite la toma de decisiones para anticiparnos a lo por- venir… Poner como objeto de análisis y discusión las prácticas para llevarlas al nivel de “intervenciones concretas”, que son aquellas que también nos dan “permiso” para cuestionar destinos. De manera que cada niñx, cada alumnx, pueda escribir su propia historia; o en palabras de Carina Kaplan- “cuestionar predicciones referidas al destino educativo de los alumnos y contribuir a la conformación de una autoestima diferente”. Acompañar trayectos de vida y aprendizaje, superar la linealidad y la repetición, evitando “medir a todxs con la misma vara”; encontrar en lo legal la brecha de “lo posible” en un ir y venir entre condiciones ideales y reales. Muchas demandas, pocas respuestas, coincidiremos en que no es la escuela en soledad quien tiene que hacerse cargo de todas las problemáticas, el escenario es complejo y exige diferenciar lo específico de lo emergente, trabajar armando redes. Entre otras cosas, de algo estamos segurxs: necesitamos romper con el dilema “enseñar o asistir”. Asistir podría entenderse como una práctica de cuidado, de acompañamiento, de sostén, como práctica amorosa. Y los “adultos cuidadores” nos cuidamos gestionando en el marco de nuestra responsabilidad administrativa y pedagógica, superando el individualismo personal e institucional, compartiendo los logros tanto como los hechos que a menudo nos atraviesan. 6 Fagner, Raimundo. “Traduzir-se”. En los últimos años y por situaciones de diversa índole se puso de manifiesto la solidaridad del colectivo docente que se organizó acercándose a instituciones que atravesaban momentos sumamente difíciles, disponiendo de 5 6 19