¿Cómo definir lo cotidiano? el sociólogo francés Henri Lefevbre (1973) 1 nos brinda un punto
de partida para abordar la complejidad del concepto de vida cotidiana:
... nos rodea y nos cerca; en el mismo tiempo y el mismo espacio, está en nosotros y nosotros
en ella, y estamos fuera de ella, tratando sin cesar de proscribirla para lanzarnos en la ficción
y lo imaginario, nunca seguros de salirnos de ella, aun en el delirio del sueño. Todos la
conocemos (y solo a ella conocemos) y cada uno de nosotros la ignora.
El abordaje de la vida cotidiana en la escuela como objeto de estudio y como tema de
aprendizaje escolar no es tarea sencilla. Para cada persona, en cualquier tiempo y lugar, lo
cotidiano está constituido por todo aquello tan familiar y habitual que resulta hasta banal y
ordinario, ya que es el paisaje que no vemos porque lo miramos todos los días, son los
nombres puestos a los objetos y las actividades que nos rodean sin percibir su especificidad,
son los hábitos a los que nunca se piensan como parte de una determinada cultura, los roles
que se asumen de manera natural y las condiciones de vida que constituyen nuestra
“normalidad” 2
El trabajo con la vida cotidiana es una puerta de entrada para comprender sistemas de
relaciones sociales más complejos y de mayor escala. La ciencia histórica en las últimas
décadas del siglo XX ha realizado una apertura para ver des de lo cotidiano la complejidad de
los procesos sociales. Esta perspectiva nos ayuda a profundizar aprendizajes que son
básicos de las Ciencias Sociales: identificar actores sociales, reconocer en el espacio vivido
la huella de procesos de larga duración, detectar cambios y continuidades en la formas de
organización espacial y social a lo largo del tiempo, ejercitar lo puesto en juego de distintas
escalas de análisis para comprender los factores que explican una situación local, analizar los
conflictos y la desigualdades que derivan de las diferentes condiciones vida. 3
La idea de acercar a los niños pequeños al conocimiento del pasado, nos interpela desde la
dificultad de enseñar historia a tan temprana edad, ya que esta visión estuvo largamente
discutida y banalizada. Joan Pages (2007) afirma que la historia es una de las disciplinas
escolares que más a menudo es objeto de polémicas y debates en prácticamente todo el
mundo. Los debates tienen relación casi siempre con los contenidos escolares, con su
selección. También en menor medida se discute acerca de su secuencia, su ordenación en
los programas, su ubicación y formato curricular como disciplina autónoma o como disciplina
integrada en un área de conocimientos.
En el Nivel Inicial no enseñamos contenidos específicos de una disciplina, no enseñamos
historia como tal sino que acercamos a los niños a formas de vida en el pasado, a través de
la delimitación de recortes, aproximando a los pequeños al conocimiento de los cambios y
continuidades de la vida social, a reconocer distintos actores sociales, sus roles, sus acciones.
En la escuela, y en el nivel son bien conocidas y también utilizadas las imágenes
estereotipadas de los llamados “vendedores ambulantes”, de las “damas y caballeros”, “de
indios, blancos y negros” de los “heroicos soldados y próceres de la independencia”, entre
1
Citado por Ministerio de Educación (2008) Fortalecimiento Pedagógico de las Escuelas del Programa Integral para la
Igualdad Educativa (FOPIIE). Gestión Escolar. Eje 3 Saberes Específicos, pág. 114.
2
Ibid.
3
Ibid.
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